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Estados Unidos ya guía a Netanyahu
El cambio climático de las ideologías está convirtiendo en rehén a la democracia liberal.
El Partido Popular español ha iniciado un viaje matrimonial con VOX normalizando la presencia de la ultraderecha; Sunak, en Reino Unido, da oxígeno al legado xenófobo de Boris Johnson amenazando a migrantes con llevarlos a Ruanda, y a los que se queden, los llevará a suites de un barco-cárcel; la derecha extrema del partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia, realiza una campaña electoral 100% populista usando tics anti alemanes y, como no, levantando pancarta contra Ucrania por el comercio de granos. Este domingo habrá elecciones.
Israel lleva nueve meses guiado por ideologías ultraconservadoras con un primer ministro debilitado y en plena decadencia. El precio del poder por el que estuvo de acuerdo en pagar Benjamin Netanyahu ha sido muy caro, y lo refleja la reforma judicial con la que se encuentra socavando la democracia de su país.
En junio pasado visité Tel Aviv y charlé con el creador de la reforma judicial: Yariv Levin, ministro de Justicia.
Su tesis para realizar la reforma es la existencia de un super poder Judicial que debilita al poder del Gobierno del Primer Ministro. Asimetrías de poderes.
Al preguntarles sobre el tema a jóvenes que se manifiestan cada sábado en las calles de Tel Aviv, concluyen que la reforma será una puerta de entrada a varios cambios radicales que sufriría el país en el ámbito de las libertades. “Nos convertirán en Irán”, me comentó uno de ellos.
“No nos gusta que no haya transporte público los viernes por la tarde”, comentaba otro.
Para reforzar el poder simbólico de las manifestaciones, se observan pancartas en donde pegan dos fotografías: una mitad del rostro de Netanyahu y la mitad de la cara de Pablo Escobar.
Luego de lo ocurrido el sábado pasado, una de las justificaciones que el grupo terrorista Hamás comunicó a la opinión pública fue la profanación de la mezquita Al Aqsa: símbolo distintivo para los palestinos. Después de La Meca, Al Aqsa es el segundo lugar con mayor valor religioso.
Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional del gobierno de Netanyahu ha desafiado la sensibilidad musulmana en las mezquitas sagradas del monte del Templo; no solo lo ha visitado, también ha lanzado soflamas advirtiendo la destrucción de Al Aqsa.
En el momento en que la religión se usa como arma política termina la racionalidad. Se entra a aguas muy profundas.
El ataque terrorista de Hamás ocurre en momentos de debilidad democrática en Israel.
Estados Unidos ha entrado en escena para guiar a Netanyahu.
@faustopretelin