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Opinión

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Estimada Canciller Bárcena: ¿qué debería llevar México a la COP28 de Cambio Climático?

Del 30 de noviembre al 12 de diciembre se llevará a cabo en Dubai, la reunión número 28 de la Conferencia de las partes de la Convención Marco de Cambio Climático. Los países firmantes de esta Convención y del Acuerdo de Paris, tienen dos compromisos importantes ante sus pares de la comunidad internacional.

El primer compromiso, es entregar las llamadas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés), que, dicho de forma simple significan las metas de reducción de emisiones que un país ofrece alcanzar a más tardar en el año 2030. Estas metas se deben revisar al menos cada cinco años para formular metas cada vez más ambiciosas para cumplir con el principio de progresividad contenido en el propio Acuerdo de Paris.

En la COP27 del año pasado celebrada en Egipto, México finalmente se comprometió ante el mundo a incrementar su meta de reducción de emisiones de un 22% planteado en 2015 hasta un 35% al llegar al 2030. Sin embargo, falta que nuestro país publique una ruta detallada de implementación para alcanzar esta meta. 

El segundo compromiso, en especial para países del G20 como México, es llevar a cabo análisis rigurosos y transparentes (bottom-up) para trazar una ruta ambiciosa para alcanzar la meta de cero emisiones lo antes posible. Transitar por esta ruta requerirá empezar cuanto antes la implementación de políticas y acciones para bajar las emisiones de todos los sectores, pero en particular en la generación de electricidad y en la movilidad sustentable de personas y mercancías.

Está previsto que para el cumplimiento de estas ambiciosas metas los países tendrán acceso a financiamiento concesional internacional. Algunos países como Sudáfrica, Indonesia y Vietnam, han firmado ya acuerdos para financiar una Transición Energética Justa (Just Energy Transition Partnership) y ya empiezan a recibir apoyos financieros para avanzar con la implementación de medidas. Estas medidas incluyen el cierre de plantas de carbón y el despliegue acelerado de grandes plantas eólicas y solares.

La Unión Europea y los Estados Unidos se han comprometido a llegar a cero emisiones para el año 2050, que es la fecha correspondiente a las llamadas “metas basadas en la ciencia”, pues de alcanzarse a nivel mundial podríamos tal vez contener el calentamiento global en un margen no mayor a 1.5 grados. China ha planteado que, de acuerdo con las opciones tecnológicas disponibles y la gigantesca escala del desafío, lo más pronto que podría llegar a cero emisiones sería en el año 2060. Rusia también ha establecido como fecha el 2060 y la India ha señalado que en su caso llegaría al nivel de emisiones netas cero en el año 2070.

El compromiso ante el mundo de llegar a cero emisiones netas en una fecha, no debe ser un pronunciamiento a la ligera, debe de ir acompañado por un respaldo analítico robusto y transparente. De acuerdo a un reporte de acceso público publicado recientemente por Iniciativa Climática de México (www.iniciativaclimatica.org - ICM), la fecha en la que nuestro país podría alcanzar cero emisiones es el año 2060. Lo anterior, siempre y cuando corrija de inmediato sus políticas públicas en materia de energía y avance de forma decidida en la implementación de las medidas más costo-efectivas de mitigación de emisiones, que ya están plenamente identificadas.  

 La COP28 es la última oportunidad para la administración del presidente López Obrador para entregar la tarea climática pendiente con respecto a la fecha para alcanzar emisiones netas cero. Si se adopta, endosa y anuncia la meta de cero emisiones al 2060, México dejaría de ser el único país del G20 que no ha expresado con claridad con respecto a este tema.

Además de este anuncio, la delegación de México debiera incorporar a su documento de posición para la COP28, el lanzamiento de una ambiciosa iniciativa sobre energía solar distribuida constituida por dos programas de alta progresividad social: Hogar Solar y Ejido Solar.

Hogar Solar consiste en la instalación de paneles fotovoltaicos en las azoteas de más de 1 millón de hogares, de tal manera que, en vez de subsidiar la factura eléctrica, se subsidie la infraestructura para la generación de electricidad. Existe un modelo financiero detallado que está listo para implementarse por la CFE con apoyo de la SHCP.

Ejido Solar es un esquema novedoso en donde se instalan sistemas de generación solar de hasta 500KW de capacidad, en los que las comunidades son participes del diseño e implementación del proyecto por lo que obtienen beneficios sociales. Este esquema ya se puso en marcha recientemente en 4 comunidades del estado de Sonora y en la COP podría anunciarse su expansión a los 32 estados del país. Estos esfuerzos en materia de energía solar distribuida son complementarios a los esfuerzos por instalar cinco grandes plantas de generación solar (utility scale) en el estado de Sonora.

*El autor es director ejecutivo de Iniciativa Climática de México

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