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Opinión

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Fertilizantes: jugada clave, historia absurda

Del conjunto de acciones del Plan Antiinflacionario del gobierno lopezobradorista –además del subsidio a las gasolinas que está conteniendo en al menos dos puntos porcentuales el nivel de la inflación–, hay una que no sólo coadyuvará a la solidez del dique anti inflacionario, sino que garantizará el abasto y hasta redundará en la mejor cosecha de alimentos, de los últimos años.

Se trata de la importación de 1 millón de toneladas de fertilizantes para lo que resta del año.

La hazaña se está realizando, justo cuando se está registrando la crisis global alimentaria originada por el conflicto en Europa del Este, por la invasión de Rusia a Ucrania.

Y se está logrando, en virtud de la eliminación de la tasa compensatoria para la importación de sulfato de amonio.

Con los primeros lotes de fertilizante importado de EU y China, ya disminuyó en 30% el precio final del fertilizante a los productores mexicanos.

El cargamento proveniente de Estados Unidos asciende a seis mil 700 toneladas de sulfato de amonio y se esperan 250 mil toneladas en los próximos días, que serán distribuidas en los puertos de Veracruz, Veracruz; Manzanillo, Colima; Tampico, Tamaulipas, y Topolobampo, Sinaloa. El secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, comprendió que la misión no la podría cumplir sin la coordinación del gobierno federal con el sector privado y los gobiernos de los estados.

La intención es tomar las medidas necesarias para proveer de fertilizante a los agricultores mexicanos.

Se dice fácil, pero no lo es si se consideran las difíciles condiciones que  se observan con la guerra entre Rusia y Ucrania.

Y menos si se toma en cuenta que de continuar el conflicto bélico, países de África y de la península Arábiga, entre otros, tendrán serios problemas en garantizar su seguridad alimentaria.

Rusia y Ucrania son importantes productores de granos, aceite de girasol, y proveedores de fertilizantes para el resto del mundo.

El contexto en el exterior es muy complicado. E internamente, en el país, tampoco era fácil, por la gran especulación que existe, en la comercialización de los fertilizantes.

El gobierno se puso de acuerdo con el sector privado representado en la Asociación Nacional de Comercializadores de Fertilizantes (Anacofer) e hizo alianza con los gobiernos estatales para abaratar los costos de los insumos agrícolas y garantizar este año una buena productividad de granos básicos.

En la coyuntura el gobierno está realizando una jugada clave. Pero en el contexto, la historia de la producción de fertilizantes ha sido poco menos que absurda.

Hay que recordar que los últimos gobiernos han tenido políticas muy variadas y hasta opuestas en materia de fertilizantes.

En los últimos años se incrementó la importación de fertilizantes, en particular los provenientes de Rusia.

Hay un caso que ilustra los vaivenes de la política en la materia. Es el del grupo alemán Proman, que respalda a Gas y Petroquímica de Occidente, que encabeza Arturo Moya, cuyo proyecto es un complejo de 3 plantas de amoniaco, urea y metanol con una inversión por 5 mil millones de dólares.

Este ha enfrentado toda clase de obstáculos desde el año 2013 en el que anunció su proyecto y a la fecha no ha podido iniciar su construcción.

Su propósito es invertir un monto de 5 mil millones de dólares y no lo ha logrado a pesar de su persistencia.

En los últimos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la realización de una consulta con los pueblos indígenas de la región  (Topolobampo, Sinaloa).

Es la segunda. La primera fue una consulta ciudadana, en donde el 75% de los municipios votaron por el sí.

Pero el principal obstáculo ha sido la oposición embozada de los importadores de fertilizantes, a quienes no les conviene que se produzcan en México porque eliminaría la necesidad de las importaciones y los márgenes que ganan por las compras en el exterior.

Moya dice que en éste gobierno se están alineando los astros y una vez realizada la consulta entre los pueblos indígenas, para fines de este mes o principios del próximo, podría darse el banderazo para que finalmente inicie la construcción de sus plantas.

El hubiera no existe, pero si esta planta se hubiera autorizado desde el año 2013, es muy probable que el volumen de importaciones que hoy se realizan, sería muy inferior. Al tiempo.

marcomaresg@gmail.com

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Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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