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Opinión

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Islas Marías, un recurso desperdiciado

Foto: Notimex

En 1905, cuando el presidente Porfirio Díaz decretó que en las Islas Marías se estableciera una colonia penal, la industria turística aún no nacía. La mayoría de los mexicanos no viajaba por el país y menos a otros lugares del mundo. Quienes lo hacían pertenecían a las clases verdaderamente altas y dirigían sus pasos a Europa y a algunas de las principales ciudades estadounidenses, generalmente Nueva York y otras localidades en el este de ese país. Los extranjeros que llegaban a México usualmente lo hacían por razones de negocios y quienes podríamos hoy clasificar como turistas, generalmente eran personas adineradas que se aventuraban a visitar lo que para ellas era un lugar exótico y salvaje.

Pasaron los años, y a finales de la década de los 40 del siglo pasado nació la industria turística nacional al empezar a configurarse el puerto de Acapulco como el gran destino turístico de México. En 1949 se construyó su principal avenida, la Costera Miguel Alemán. Poco después, la carretera que comunica a Acapulco con la Bahía de Puerto Marqués y, en 1954, el aeropuerto internacional. De 1950 a 1970 el puerto fue el lugar preferido por los notables de todo el mundo.

¿Y las Islas Marías? Pues seguían siendo la cárcel que Díaz decidió que fuera.

Pasaron las décadas y en nuestro país fueron desarrollándose diversos destinos turísticos. Primero, en las costas y, luego, en diferentes zonas alejadas del mar.

Hoy el viajero nacional o extranjero que busca sol y playa tiene múltiples opciones: Acapulco, Isla Mujeres, Huatulco, Puerto Escondido, Puerto Ángel, Ixtapa-Zihuatanejo, Los Cabos, Punta Mita, Puerto Vallarta, Cancún, la Riviera Maya, Cozumel, Campeche, Islas Revillagigedo, Sayulita, Loreto y Mazatlán, por mencionar algunos.

¿Y las Islas Marías? Pues fueron ignoradas pese a su gran potencial para ser un destino único y siguieron siendo el penal concebido por don Porfirio.

Además de las playas, diversas ciudades fueron promovidas para atraer turistas nacionales y extranjeros. Guanajuato, Mérida, San Luis Potosí, Aguascalientes, Cuernavaca, Durango, Zacatecas, Pachuca, Querétaro son o se están convirtiendo en importantes destinos turísticos. Tijuana y Ciudad Juárez lo fueron también hasta que la violencia se apoderó de ellas. La Ciudad de México es hoy una de las ciudades más visitadas, tanto por mexicanos como por gente del resto del mundo.

¿Y las Islas Marías? Durante 114 años ignoradas. Desperdiciadas pese a su extraordinario potencial turístico.

El presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo el domingo pasado en la Isla Madre, la mayor de las cuatro islas, y ahí dijo que el lugar dejará de ser un penal.

Ayer anunció que sus instalaciones se convertirán en el Centro de Educación Ambiental y Capacitación de Niños y Jóvenes Muros de Agua José Revueltas.

Qué bueno que AMLO vaya a cerrar la cárcel; sin embargo, al decidir que el lugar se convertirá en el proyecto que pretende realizar, se deja ir una gran oportunidad para impulsar un desarrollo turístico que capte las divisas que tanto necesita el país.

Un centro de educación ambiental se podría instalar en muchos lugares en donde existe una gran diversidad de flora y fauna, pero las Islas Marías hubieran sido un destino único en el país.

Ni modo, seguirán siendo un recurso turístico desperdiciado.

@ruizhealy

Opinador, columnista, conferencista, media trainer, 35 años de experiencia en medios de comunicación, microempresario.

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