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La Utopía Americana de David Byrne en Broadway
American Utopia, el espectáculo musical más reciente de David Byrne, llegó a la calle de los teatros más famosa de Nueva York, Broadway. Luego de haber llevado de gira por el mundo (que pasó por el Teatro Metropolitan de la CDMX) Byrne decidió trasladar el espectáculo a Broadway, donde realizará una temporada en el teatro Hudson. El escenario es un lienzo en blanco sobre el cual Byrne va agregando elementos musicales y coreografías que acompañan los magistrales arreglos que lleva componiendo por más de cuatro décadas con Talking Heads y sus diferentes colaboraciones con un mapa musical repleto de diversidad. American Utopia no es su primer acercamiento con este tipo de actos performáticos multidisciplinarios.
Durante los ochenta, colaboró con la coreógrafa estadounidense Twyla Tharp en The Catherine Wheel (1981), espectáculo que se presentó en esa misma calle neoyorquina. En años más recientes compuso el musical Here Lies Love (2010) con Fatboy Slim sobre la exprimera dama filipina, Imelda Marcos. Para la gira Ride, Rise, Roar, Byrne incluyó a un ensamble de danza sobre el escenario para reinterpretar y dar vida a música creada con Brian Eno. Su pieza audiovisual más famosa es el legendario, Stop Making Sense, donde el director Jonathan Demme capturó en celuloide a Talking Heads en su máximo apogeo y donde Byrne experimentó por primera vez con la posibilidad de explorar el escenario de una banda de rock más allá de la pirotecnia y las proyecciones de acompañamiento.
“Mientras grababa las canciones para mi álbum American Utopia, se me ocurrió que sería emocionante tocarlas en vivo y me di cuenta que gran parte de mis canciones viejas encajaría a la perfección. Imaginé un show en vivo (…) muchos bateristas, una especie de fila de percusiones/escuela de samba, que crearía los ritmos. Tuve una visión de lo emocionante que podría ser para mí y para el público. Me di cuenta que lo que crea el mayor impacto sobre una audiencia son sus intérpretes. Podemos hacer ‘ooohh’ y ‘ahhh’ a la pirotecnia y las alocadas proyecciones de video, pero son las personas sobre el escenario que interesan y nos mueven más. La conexión humana tiene mayor peso y emoción que todos los gadgets en el mundo”, escribió Byrne en una carta sobre el desarrollo de este show.
Los once músicos que acompañan a Byrne en el escenario son piezas intercambiables y en constante movimiento con la coreografía de Annie-B Parson. Ellos sintetizan los sonidos polirrítmicos africanos evocados durante los ochenta con los Talking Heads con armonías que dialogan y se responden entre sí. Byrne dirige la orquesta y comanda esta columna vertebral musical que recorre desde Talking Heads ‘77 hasta American Utopia.
Este año, David Byrne reactivó el proyecto Reasons to be Cheerful, un repositorio de ideas descrito como “un tónico para estos tiempos turbulentos”, donde comparte historias de todo el mundo que tratan de ofrecer soluciones necesarias para el planeta. David Byrne sigue siendo un optimista y American Utopia es un recordatorio de que aún en un mundo lleno de tragedias y vacíos existenciales, los humanos podemos seguir generando conexiones y rituales –como la música o el baile– que nos conectan con lo más primitivo de nuestra especie.
El viaje musical, que inició en 1975 en el número 315 de la calle Bowery (donde se albergaba CBGB’s), a unas cuantas cuadras del teatro donde se presenta American Utopia, siempre ha sido a través de la mente de David Byrne y su peculiar manera de ver al mundo. Este espectáculo es para deternos del ritmo del hiperacelerado mundo, volver a mirar hacia los lados, cantar, bailar y visitar este imaginario mundo tecnicolor. Nosotros somos los copilotos de este viaje, viajeros en un camino hacia ninguna parte, buscando la utopía americana, donde nos preguntaremos, ¿y cómo llegamos hasta aquí? David Byrne sigue estando detrás del volante de este gran automóvil, marcando el ritmo hasta el final de la canción.