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Opinión

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La estrategia de salida

Calculo que la Fed seguirá comprando mensualmente 85,000 millones de pesos en bonos hipotecarios y de gobierno, llevando su hoja de balance a 4 trillones.

Las presentaciones esta semana de Ben Bernanke en el Congreso de Estados Unidos devolvieron la tranquilidad a los mercados de activos de riesgo, perdida después de la publicación, el pasado miércoles, de las minutas de la reunión de enero del Comité de Mercado de la Fed; ésta continuara la política de expansión cuantitativa (QE3) hasta que el desempleo registre una reducción sustancial, y la tasa de interés de política esté en el rango de 0-0.25%, mientras la tasa de desempleo sea mayor a 6.5%, la inflación proyectada de uno y dos años no supere 2.5%, y las expectativas de inflación a mediano plazo continúen ancladas.

En respuesta, el índice de acciones Dow Jones repuntó 2.1% a 14,075 puntos en los últimos dos días, su mejor nivel desde octubre del 2007.

Según Bernanke, actualmente los beneficios de la QE3 superan ampliamente los costos. La economía mejora gradualmente, está creando aproximadamente 175,000 empleos, pero la tasa de desempleo de 7.9% es demasiado elevada. Cerca de 4.7 millones de personas han permanecido desempleadas por lo menos seis meses. La inflación proyectada por la Fed para los próximos años no supera el objetivo a largo plazo de 2% y las expectativas a mediano plazo son estables. En este contexto, el doble mandato de la Fed, de máximo empleo y estabilidad de precios, requiere de condiciones monetarias altamente acomodaticias todavía. Calculo que la Fed seguirá comprando mensualmente 85,000 millones de pesos en bonos hipotecarios y de gobierno, llevando su hoja de balance a aproximadamente 4 trillones de pesos a fin de año.

Llegará el momento en el que la Reserva Federal tendrá que revertir esta gran expansión de su hoja de balance, si no la revierte, la QE se convertirá en simple monetización de la deuda pública, perderá la confianza y la credibilidad de los mercados, y habrá un aumento drástico de la inflación y de las expectativas de inflación, incumpliendo el mandato de estabilidad de precios. La semana pasada argumenté en esta columna que en el caso de Estados Unidos y la Fed, esto es poco probable. En algún momento la Fed reducirá el tamaño de su balance.

Aquí entra la estrategia de salida, en el 2011, la Fed delineó las líneas generales y la secuencia de la misma. Primero desmontara gradualmente la QE mediante la reducción gradual de su tamaño. Después suspenderá la renovación parcial o total de los pagos de capital de portafolios de Bonos, luego subirá gradualmente las tasas de interés de política y/o la tasa de depósitos de las reservas bancarias en la Fed, y, finalmente, podría vender en el mercado abierto parte del portafolio de bonos que todavía permanezca en su balance directamente o mediante la colocación de reportos inversos.

Los mercados y algunos miembros del Comité de Mercado de la Fed le temen a la última etapa, el momento en que la Fed busque regresar al mercado los bonos comprados con los programas de QE. Temen que esto desate un incremento drástico de las tasas de interés a mediano y largo plazo, que genere inestabilidad en los mercados financieros. Ayer Bernanke, sumándose a la opinión de otros miembros del Comité de Mercado, sugirió una alternativa: mantener los bonos en el balance hasta el vencimiento o anunciar un calendario de liquidaciones gradual de éstos.

Esto no deja a la Fed sin instrumentos de control efectivo de la liquidez, ya que ahora puede controlar directamente las reservas bancarias mediante la tasa de interés de depósitos.

rfeliz@eleconomista.com.mx

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