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Opinión

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La importancia de tener un buen historial crediticio (Parte 1 de 2)

El crédito se ha vuelto algo tan cotidiano, que a veces no nos damos ni cuenta que lo estamos usando. Por ejemplo, servicios como la energía eléctrica o el agua se venden a crédito: primero los usamos, después los pagamos.

Como he dicho muchas veces, el crédito no es bueno ni malo en sí mismo. Es simplemente una herramienta: todo depende de cómo lo utilizamos. Si lo hacemos bien, con estrategia y sabiduría, puede incluso ayudarnos a construir un patrimonio. Pero también, si no somos cuidadosos, puede llegar a destruirlo.

Las personas que me han leído a lo largo de los años ya conocen mi manera de pensar: no me gusta endeudarme, pero prefiero usar tarjeta de crédito como mi principal medio de pago. Parece contradictorio pero no lo es, porque soy muy ordenado y he dominado mi plan de gastos. Lo que significa que ya tengo el dinero para pagar lo que compro con la tarjeta de crédito, desde antes de siquiera usarla. No pago intereses, tampoco anualidades y por el contrario, he aprovechado sus beneficios. Además, me ha permitido construir un historial crediticio sólido, que me ha abierto muchas puertas.

Ahora bien, hay gente que ha tratado de evitar el uso del crédito a toda costa, quizá por las razones adecuadas (alguna terrible experiencia cercana). Hace un tiempo pude asesorar a una mujer de 40 años que era muy disciplinada con el dinero, ahorraba mucho y aunque invertía de forma demasiado conservadora, estaba en un buen camino para construir su libertad financiera.

Un buen día se le presentó la oportunidad de adquirir un bien inmueble y para su sorpresa, ningún banco le aprobó un crédito hipotecario. Ni siquiera el que ella había usado durante muchos años y donde recibía su salario, que claramente era suficiente.

¿La razón? No tenía historial crediticio alguno. Nunca había sacado una tarjeta de crédito, no tenía plan celular (usaba prepago) y por lo mismo, no aparecía en ninguna sociedad de información crediticia (Buró de Crédito o Círculo de Crédito). Para los bancos eso no es “normal” y menos para una persona de esa edad. Hoy en día todos sus procesos de otorgamiento de crédito empiezan con un análisis del historial y el score crediticio de los solicitantes.

Es curioso: todavía hoy mucha gente piensa que “estar en Buró” es malo, cuando en realidad es simplemente un lugar donde se concentra nuestro historial crediticio (información de los créditos que tenemos –o hemos tenido, así como nuestro comportamiento de pago, como es reportado por los distintos otorgantes.

En ese sentido, si tenemos o hemos tenido un crédito a nuestro nombre, o hemos utilizado servicios que se venden a crédito (como planes de telefonía celular o TV satelital) estamos en “Buró”. La diferencia es que unos tenemos un buen historial y otros no.

Como ya mencioné, cuando pedimos un crédito, lo primero que hacen las instituciones financieras es consultar nuestro historial (nosotros autorizamos la consulta cuando firmamos la solicitud). Así, pueden ver qué deudas tenemos, los límites de crédito, el saldo actual, nuestro historial de pago, los retrasos que hemos tenido y por cuánto tiempo, etc.

Esa información la utilizan en sus procesos internos de aprobación. Cada una de ellas tiene sus propias políticas. Por eso encontramos bancos que son muy laxos en otorgar tarjetas de crédito y otros que son bastante estrictos en sus criterios.

Sin embargo, cuando se trata de un crédito de un monto elevado, como un préstamo hipotecario, el historial crediticio juega un papel decisivo. Si el nuestro no es bueno o peor aún, si no tenemos ninguno, como el caso de esta persona, conseguirlo es casi imposible.

Un buen historial crediticio también es importante incluso para acceder a ciertos empleos. Hay posiciones que sólo pueden ser ocupadas por personas que acrediten sólida solvencia moral y económica, que se comprueba con el reporte especial de crédito.

Finalmente, las personas que tienen un historial impecable y un nivel de endeudamiento bajo, por lo general consiguen las mejores condiciones de financiamiento en ciertos productos. En muchos casos les llegan ofertas de crédito que no están disponibles para el público en general.

Por eso es importante tener un buen historial y por consiguiente, un buen score crediticio. En la segunda parte hablaremos sobre los criterios que influyen en él.

contacto@planeatusfinanzas.com

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Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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