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La negación como estrategia
En las mañaneras, López Obrador igual trata de negar lo evidente, pero las cifras y los hechos lo acorralan; vive y actúa en una realidad alternativa, miente o falsea los hechos. El Spin-Taller de comunicación política, que dirige Luis Estrada, le ha contabilizado más de 12,000 mentiras en casi 300 mañaneras en lo que va de su gobierno.
López Obrador no investiga, a la crítica responde con ofensas, a las evidencias las descalifica con datos que inventa o acomoda a su conveniencia, a las evidencias las manda al pasado, a sus fieles los absuelve y hasta premia.
La lista se puede alargar. el hecho es que cada mañana desde el púlpito en el que ha convertido su talk show (programa hablado) matutino en Palacio Nacional y con la investidura presidencial arremete contra lo que no va de acuerdo con su guión, se saca de la chistera ocurrencia tras ocurrencia. La emprende contra instituciones que costaron años, tiempo y dinero; descalifica honras y prestigios como lo hizo hace unos días contra algunos médicos; contra los periodistas que evidencian hechos o medios que dentro y fuera hacen su trabajo de informar y analizar.
Por lo que representa, goza de la cobertura segura de todos y cada uno de los programas de radio y televisión que aguantan las embestidas y siguen sus sketches, difunden sus chistoretes o destacan sus referencias históricas propias de calendario de carnicería. Tal vez, pero sólo tal vez, algún día se cansarán de transmitir en vivo y en directo la comedia cotidiana.
En medios y redes aparecen los patiños, ya todo mundo identifica esa mala copia del elenco de la Tremenda Corte con el tremendo juez, tres patines y sus víctimas.
Las cosas cambian cuando se aparece un Jorge Ramos, y ahora una Denise Dresser, para ponerlo en predicamentos. Igual trata de negar lo evidente, pero las cifras y los hechos lo acorralan. Ramos lo hizo con la violencia y Dresser con la embestida que sufre el académico Sergio Aguayo, quien enfrenta una fuerte acometida desde el poder.
Invariablemente AMLO dice respetar la libertad de expresión, pero a diario confunde la réplica con la diatriba con el apoyo de un abrumador ejército de bots y fieles seguidores, siempre dispuestos a tundir a quien se atreve a disentir o evidenciarlo.
En las mañaneras, López Obrador igual trata de negar lo evidente, pero las cifras y los hechos lo acorralan; vive y actúa en una realidad alternativa, miente o falsea los hechos. El Spin-Taller de comunicación política, que dirige Luis Estrada, le ha contabilizado más de 12,000 mentiras en casi 300 mañaneras en lo que va de su gobierno. Fiel a los principios de la propaganda, repite y repite mentiras buscando hacerlas verdades.
No se necesita bola de cristal para predecir que el estilo presidencial no va a cambiar, mucho menos si se mantiene estancada la economía, imbatible la inseguridad, con crecimiento la crisis en el sistema de salud, con aumento el desempleo, y los recursos no alcanzan para regalar dinero. Por ahora, los juegos de artificio han sido redituables.
AL MARGEN
Con la novedad de que las conferencias mañaneras se extienden a los fines de semana. Se puede anticipar que Andrés Manuel López Obrador comenzó su campaña para las elecciones del próximo año. Desde ahí hará proselitismo y promoverá a sus candidatos. Por ningún motivo quiere perder la mayoría en la Cámara y aumentar las gubernaturas para su partido. Además, le saldrán baratas porque serán con cargo a los gobiernos locales y con la misma cobertura. El problema será para la fuente que lo cubre y los propios medios que tendrán que aumentar los esfuerzos.