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Latinoamérica y el Caribe se reúnen en el Castillo de Chapultepec
En el símbolo se encuentra el mensaje.
El pasado miércoles el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard develó el billete de lotería conmemorativo “Simón Bolívar, el Libertador”.
Mismo nombre lleva el patio central del Instituto Matías Romero desde el día de ayer. El propio canciller develó una placa en ese espacio.
Lo hace como preámbulo de la reunión que sostendrán mañana sábado los encargados de la política exterior de América Latina y el Caribe en el Castillo de Chapultepec bajo el mecanismo de la Celac.
Nacido en Caracas, Simón Bolívar fue una figura destacada en el proceso de independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
No es casualidad que el canciller Ebrard haya resaltado la importancia de Bolívar en momentos en los que algunas naciones ide la región se encuentran con fricciones.
“América Latina y el Caribe nos está exigiendo, nos demanda, a quienes dirigimos y representamos, que estemos a la altura de lo que necesitan nuestros pueblos”, comentó ayer el secretario Ebrard durante la develación de la placa en el patio del Instituto Matías Romero.
Las profundas diferencias ideológicas que existen en la actualidad entre la mayor parte de los presidentes de la región, han impedido construir puentes en este momento de emergencia sanitaria.
Uno de los sucesos que generó un giro geopolítico en la región fue la XLVII Asamblea General de la OEA de Cancún, celebrada en junio de 2017, donde el mecanismo quedó encallado y, a la postre, nació el Grupo de Lima para abordar la crisis en Venezuela.
Posteriormente hemos sido testigos de una serie de cambios ideológicos en varias naciones de la región, y en algunos otros, han surgido crisis políticas de gran calado.
Por este motivo, y retomando el lema de “la unión hace la fuerza”, el canciller Ebrard pidió a los Estados de la región a no hacer hincapié en aquello que nos divide, sino más bien en las coincidencias.
México tiene a su cargo la presidencia pro tempore de la Celac. De hecho, le correspondió en 2020, pero la pandemia retrasó el programa de actividades y de manera lógica mantiene la presidencia durante un año más.
La Celac nació en febrero de 2010 en una sesión de la Cumbre de la unidad de América Latina y el Caribe, en Playa del Carmen, México.
Pero fue en la Cumbre de Caracas, en diciembre de 2011, el momento en que el organismo quedó constituido. La primera cumbre de la Celac se celebró en Chile en enero de 2013.
Entre los objetivos de la Celac, destacan la preservación de los valores democráticos, el fortalecimiento de las instituciones y el Estado de Derecho y la vigencia de los derechos humanos.
Estos objetivos han quedado lastimados en varias naciones, y la pandemia ha profundizado las crisis.
La directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Carissa Etienne, reveló el miércoles que, en promedio, en América Latina y el Caribe se ha vacunado de manera completa solo al 15% de la población, y países como Honduras y Haití, solo al 1 por ciento. Esto no puede seguir así.
El secretario Ebrard ha promovido en diferentes foros, pero particularmente en la ONU, la urgente solidaridad que debe regresar en el región para lograr caminar juntos a lo largo de esta crisis sanitaria.
La reunión de mañana en el Castillo de Chapultepec servirá para perfilar una estrategia común a través de la Celac y, al mismo tiempo, será preparatoria de la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se llevará a cabo de manera presencial el 18 de septiembre en la ciudad de México.
Hoy más que nunca se requiere de la unión de Latinoamérica y el Caribe que soñó Simón Bolívar.