Los caudillos

Los caudillos son una especie de monarcas absolutos revestidos con la legitimidad de una democracia acotada. Durante una época estos liderazgos se mantuvieron en el poder con la fuerza de las armas, pero ya en el presente siglo la reaparición de los hombres fuertes se basó fundamentalmente en la utilización de los instrumentos de la democracia representativa para llegar al poder, y desde ahí reventarla para cancelar en definitiva la competencia política entre iguales.

La experiencia venezolana que llevó a una catástrofe nacional con los regímenes de Chávez y Maduro, ha sido el experimento latinoamericano más exitoso de un caudillismo que aprovechó la debilidad de las instituciones democráticas para apoderarse de ellas, destruirlas o convertirlas en instrumentos a su servicio. Este extremo ha sido reproducido en otros continentes bajo un denominador común: usar a la democracia para llegar al poder y desde allí permanecer en ese lugar indefinidamente.

Es lo que Putin hizo en Rusia, lo que Trump pretende llevar a cabo en los Estados Unidos, y Víctor Orban en Hungría entre otros. En el caso mexicano, la Cuarta Transformación supone la reconstrucción del modelo del nacionalismo revolucionario en el marco de una regionalización económica que nos ubica junto a la Unión Americana y Canada, sin posibilidad alguna de modificar esta situación.

Pero el nuevo caudillismo mexicano a diferencia de los otros antes mencionados se basa en una especie de poder compartido. Un líder como López Obrador que designa  a su sucesora Claudia Sheinbaum en el papel de continuadora obligada y sin posibilidad alguna de modificación o ruptura, cambia totalmente la estructura de poder en México. No más competencia entre partidos ni oposición legitima.

Es una mezcla del caudillismo revolucionario mexicano (Carranza, Obregón, Calles) con sucesiones presidenciales cuyas reglas no han sido establecidas más allá de la voluntad del hoy jefe máximo. En ese sentido la lucha dentro del gabinete de Sheinbaum será sin límite alguno en la medida en que sólo eliminando políticamente al competidor dentro o fuera del círculo  cercano a la presidenta será posible acceder al poder dentro de seis años. Se trata de una jungla donde la ley del más fuerte se impondrá de manera civilizada o violenta según sea el caso.

Morena y López Obrador consiguieron llevar al país a un viaje al pasado con un presente que no se ajusta a las  condiciones de antaño.Ni la democracia iliberal instaurada, ni la presencia de un caudillo ejerciendo el poder a distancia garantizan un sistema político estable y confiable para los mexicanos e incluso para inversionistas extranjeros.