Maíz quebrado, los riesgos

En días pasados, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa de reforma que podría comprometer la seguridad alimentaria de México.

La iniciativa que todavía tiene que ser aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados restringe la importación de maíz transgénico a grano quebrado o fragmentado.

Si fuera aprobada por el pleno, en los términos en que lo aprobó la Comisión de Puntos Constitucionales, detonaría un nuevo conflicto comercial con Estados Unidos y Canadá.

Provocaría tensión con las importaciones que provienen de países como Brasil y Argentina.

En suma, comprometería las relaciones comerciales de México para un producto del cual somos deficitarios en producción.

El nuevo artículo “quinto transitorio”, agregado a la legislación en materia de agua, alimentos y protección al medio ambiente, permite la entrada de maíces genéticamente modificados en su modalidad de maíz quebrado, que no esté destinado al consumo humano.

La justificación señala que esta medida busca mantener al país “libre de cultivos y semillas de maíz transgénico”, preservando al maíz como un “elemento de identidad nacional”.

Sin embargo, el hecho de permitir la importación de maíz quebrado, bajo la premisa de que no es un grano entero, podría comprometer la seguridad alimentaria y del mercado nacional.

Las regulaciones adicionales incluidas en la reforma indican que la modalidad de maíz quebrado podrá exceptuarse bajo ciertas condiciones de evaluación de riesgos, pero esto podría abrir la puerta a interpretaciones flexibles y malintencionadas.

Esta reforma podría tener 10 consecuencias significativas, advierte el Consejo Consultivo de Mercados Agrícolas, encabezado por Juan Carlos Anaya:

1.- Mayor costo por quebrar maíz.

2.- Menor control en la calidad del maíz quebrado.

3.- Riesgos de contaminación y micotoxinas: El maíz quebrado es más susceptible a la contaminación por hongos.

4.- Mayores costos de Almacenamiento; el maíz quebrado es más propenso a la absorción de humedad, requiere manejo más cuidadoso.

5.- Afectaría la eficiencia del procesamiento

6.- Pérdidas en la producción final; se reduce la rentabilidad al aumentar los costos de producción.

7.- Impactos económicos en la cadena alimentaria.

8.- Pérdida de productividad de la agroindustria; inversiones para un proceso innecesario que no agrega valor.

9.- Incremento en los precios al consumidor.

10.- Confrontación comercial: La medida podría provocar tensiones con socios comerciales clave, como Estados Unidos, Canadá.

En resumen afirma el órgano de análisis GCMA, los costos asociados del maíz quebrado, pueden afectar desde la pérdida de valor comercial, gastos adicionales de almacenamiento, procesamiento y pruebas de seguridad en conservación, ambiental y contaminación, lo que afectará la rentabilidad a lo largo de la cadena de suministro, proceso y comercialización de productos finales.

En el gobierno y en el poder legislativo deberían de revisar esta iniciativa de reforma, porque “la pretensión de mantener a México libre de maíz transgénico”, podría representar un severo golpe a la economía nacional y a la seguridad alimentaria, además del impacto negativo con nuestros principales socios comerciales. Al tiempo.

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