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Opinión

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Mal y de malas

El presidente López Obrador quiere culpar a la pandemia y a la invasión de Rusia sobre Ucrania de los pésimos resultados económicos de su gobierno, en parte tiene razón, ambas crisis afectaron nuestra economía, pero lo que no puede explicar, es por qué fuimos uno de los países con más muertos por el Covid y por qué somos una de las economías que más cayó y ha tardado en recuperarse,

El balance del manejo de la pandemia fue pésimo, muchas de las 500,000 muertes que se registraron, se hubieran podido evitar si el presidente hubiera sido más responsable y hubiera llamado, desde el principio, a que la gente se aislara y hubiera puesto el ejemplo usando el cubrebocas, en lugar de sacar sus estampitas.

En el caso de la economía, la falta de apoyo suficiente a las pequeñas y medianas empresas durante la pandemia provocó el cierre de muchas de ellas y el despido de muchos trabajadores que acabaron en la economía informal.

Por otro lado, las políticas y declaraciones constantes del presidente en contra de los empresarios han provocado que la nueva inversión privada, que es la que genera el crecimiento económico, se congele y provoque el estancamiento y la profundización de la recesión que vivimos.

La economía va mal porque no hay confianza por parte del sector privado en el gobierno y como consecuencia no hay inversión privada suficiente para que la economía crezca. El presidente presume la fortaleza del peso, pero un peso fuerte sin crecimiento económico y con inflación, provoca mayor desigualdad y pobreza.

Lo que ha evitado una crisis económica mayor en las familias, son los programas sociales y las remesas, el crecimiento de estas últimas, representan una tercera parte del crecimiento de nuestra economía.

López Obrador no tiene una estrategia de desarrollo económico para el país, el piensa que regando abajo con programas sociales la economía va a crecer, se equivoca, esta política mejora los ingresos de la gente, pero no hace crecer la economía porque la demanda agregada es la misma.

Subsidiar la pobreza es necesario, pero no la elimina, porque su apoyo es insuficiente para sacar a las familias de los niveles de carencia. La única forma de reducirla es con crecimiento económico y del empleo; para eso es necesario darle confianza a la inversión, confianza que no existe por los ataques y declaraciones del presidente. Se han creado un millón de empleos nuevos con relación al 2018, pero se han incorporado más de 4 millones de jóvenes al mercado de trabajo

El miedo, probablemente irreal, que hay sobre López Obrador y su gobierno por parte del sector privado y de las clases económicas de altos ingresos, ha frenado la inversión y la economía. Este miedo crece todos los días por sus reformas, por la militarización de actividades que deben corresponder al sector privado y por lo que dice en las mañaneras. Un clima de confrontación como el que promueve todos los días el presidente no es el mejor clima para la inversión.

Es cierto que nos afectó la pandemia y la invasión de Rusia sobre Ucrania, pero al gobierno le quedo grande la crisis y no tuvo la capacidad de dar respueta a ella. Por donde se le vea, por crecimiento económico, por empleos o por reducción de la pobreza, las estrategias y las políticas económicas de Lopez Obrador han sido un fracaso.

Ciudadano interesado en las soluciones para el país y la Ciudad de México. Político mexicano, ha sido diputado federal (1988-1991), senador (2000-2006) y jefe delegacional de Miguel Hidalgo (2009-2012)

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