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Opinión

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México y su economía entre eclipses

¿Cuántos podrán presumir haber sido testigos de los eclipses totales en México de 1970, 1984, 1991, 2017 y el de hoy?

Para el eclipse del 7 de marzo de 1970, en México había 26 millones de personas mayores de 12 años que hoy podrían estar vivos y recordar ese día.

El eclipse total del 11 de julio de 1991, fue más famoso por haber sido visible en el centro del país y de acuerdo el Inegi, ese año había 53.4 millones de mexicanos menores de 45 años, que según la expectativa de vida actual, muchos de esos habitantes aquí seguimos.

¿Cuántos tendrán la fortuna de ser testigos de seis eclipses totales de sol en México? Son palabras mayores cuando el siguiente fenómeno de estas características será el 30 de marzo de 2052.

Podremos no todos ser testigos de esos eclipses, pero cuando cruzamos esas fechas con la condición económica del país, todos hemos sufrido las consecuencias.

El México de ese momento, de 1970, estaba convulsionado por la matanza de estudiantes en Tlatelolco un año y medio antes. En términos económicos, el Producto Interno Bruto (PIB) al término de ese año creció 8.1%, la inflación anual fue de 4.8% y las exportaciones, básicamente de petróleo y materias primas, fueron por 1,350 millones de dólares. Era un país cerrado pero en pleno crecimiento.

Entre ese eclipse y el del 30 de mayo de 1984 México vivió la peor crisis económica de su historia contemporánea. En el 84 el PIB apenas crecía 3.5% después de dos años de recesión, la inflación terminó en 59% y el tipo de cambio pasó, entre eclipses, de 12 a 240 pesos por dólar.

La crisis continuó hasta casi llegado el siguiente eclipse, la inflación de 1987 fue de 160%, por ejemplo.

Para cuando llegó el eclipse de 1991, el PIB creció 3.6%, la inflación había bajado a 18.7% y el tipo de cambio andaba en los 3,000 pesos por dólar.

Pero ese 1991 fue año de buen augurio, exactamente un mes antes del eclipse iniciaron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un acuerdo que le cambió para bien la suerte a México.

De esta historia de eclipses, el mejor año económico fue, sin duda el 2017. Cuando en Chiapas pudieron presenciar ese fenómeno espacial el 21 de agosto de ese año. México era un país estable, el crecimiento del PIB en lo que iba del siglo XXI fue apenas de 2.1%, pero la inflación promedio fue de 4.2 por ciento.

Las exportaciones mexicanas en el 2017 superaron los 400,000 millones de dólares.

Pero entre el eclipse del 2017 y el de hoy, sólo el comercio exterior tiene una buena historia que contar, gracias al TLCAN de 1991 y ahora el T-MEC, las exportaciones el año pasado fueron de 524,000 millones de dólares.

Pero el crecimiento promedio entre estos dos últimos eclipses es apenas de 0.43% y muchos indicadores sociales, para los que aquí no hay espacio, se han deteriorado.

Hoy tras el eclipse total, haremos una siguiente cita para que dentro de 28 años, 11 meses y 22 días los mexicanos de entonces puedan hacer un recuento del país que tenían y el que tendrán en ese momento.

Podremos no todos ser testigos de los eclipses que han sucedido, pero cuando cruzamos esas fechas con la condición económica del país, todos hemos sufrido las consecuencias.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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