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Opinión

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Migración y deportaciones

Las migraciones son causadas por el subdesarrollo. Países pobres que no pueden retener a su población con empleos y seguridad. A esta característica se agregan otras causas como son las guerras, las calamidades producidas por el cambio climático, las epidemias. Ahora, hay otra causa que ocurre en los países desarrollados y es el envejecimiento de su población y que por ello abren la puerta a las migraciones. Ante este hecho, los grupos políticos de extrema derecha usan la migración como pretexto para sostener posiciones nacional populistas y plantear las deportaciones como solución.

Dicen Otaviano Canuto y Eduardo Carvalho: “Catorce países de altos ingresos han demostrado cómo la inmigración puede ayudar a compensar la caída de las tasas de fertilidad y mantener los niveles de población. Pero con el creciente sentimiento antiinmigrante, los políticos de estos países enfrentan una elección difícil: dar la bienvenida a los extranjeros o enfrentar los desafíos económicos que trae consigo el envejecimiento de la población”.

Donald Trump, con toda su cauda de sinrazón, ha ofrecido que si llega a la Presidencia de Estados Unidos deportará a 7.5 millones de migrantes. Ignora que esa decisión traería como consecuencia problemas de crecimiento económico en su país. Existen cálculos de instituciones, como es el Instituto Peterson de Economía Internacional, que consideran muy dañina esa posibilidad. Se afectaría el crecimiento económico en 12% cada año, por un periodo de tres años. Ante estas perspectivas, lo más probable es que ocurran deportaciones mucho menores.

El empleo de migrantes significa un ahorro importante para las empresas que los contratan, porque lo hacen con niveles de salario sustancialmente menores que los que obtiene la población nativista blanca. Ello ocurre también en Canadá, Inglaterra y Australia que captan importantes flujos de población migrante.

Para México, de darse las deportaciones que plantea Trump o algo similar, sería una afectación a su economía, porque significaría el regreso de población que no encontrará trabajo o será muy difícil obtenerlo. También puede caer en las garras del narcotráfico. Por otro lado, significa una reducción importante de los ingresos por las remesas en dólares que envían los trabajadores mexicanos a sus familias en México. Estas remesas representan anualmente un monto de tres veces más el presupuesto gubernamental en desarrollo social y las reciben con avidez el 40% de los hogares en pobreza extrema.

Kamala Harris, la candidata del Partido Demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, tiene una opinión sensata sobre la migración, particularmente la que ocurre desde México y los países centroamericanos. Considera que es muy importante apoyar económicamente a los países para retener a su población. Esto significa reconocer que es un problema económico y que se resuelve con inversiones productivas. También es necesario abordar el choque de identidades en el que prospera el populismo.

smota@eleconomista.com.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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