Puigdemont, terrorista; vamos, ni a Almodóvar se le hubiera ocurrido

Puigdemont, terrorista. Parece una broma de una película de Almodóvar.

En España se ha roto el dique de la concordia. No es la competencia entre partidos la que mide el pulso a la democracia, es el odio revestido de polarización quien lo hace.

El presidente Pedro Sánchez encontró en la amnistía a un grupo de políticos catalanes e independentistas, la llave de su gobierno. Sin los siete votos de los diputados de Junts, es decir, del partido de Carles Puigdemont, Alberto Núñez Feijóo sería probablemente presidente, o no. Todo pudo haber dependido de nuevas elecciones, pero no ocurrieron.

Ahora, el juez Manuel García-Castellón ha lanzado una persecución en contra de la propuesta de amnistía negociada por el PSOE, Junts y Esquerra. Su interés por impedir la amnistía a Puigdemont, le ha hecho perder su templanza.

García-Castellón no quiere justicia, desea un ajuste de cuentas en contra del personaje que, efectivamente, sus acciones descarrilaron la Constitución al haber organizado un referéndum de independencia el 2 de octubre de 2017 a través de dos leyes que no cabían en la propia ley suprema.

Dios tiró los dados y a Puigdemont le han abierto una investigación por posible delito de terrorismo. Curioso, cuatro años atrás nadie lo definía como líder terrorista, pero ahora que la amnistía le permitiría regresar a Cataluña para ocupar un puesto público, el juez García-Castellón encuentra elementos del terrorismo que embonarían en el comportamiento de Puigdemont a lo largo del proceso independentista.

“Falsificaciones masivas y continuadas de billetes (boletos) de avión y tarjetas de embarque” son algunos de esos elementos judiciales que García-Castellón traduce como “terrorismo”.

En efecto, el 14 de octubre de 2019 la organización Tsunami Democràtic convocó la toma del aeropuerto del Prat en Barcelona para generar caos en protesta de la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del llamado procés.

En medio del caos un ciudadano francés sufrió un infarto y perdió la vida. ¿Fue la manifestación de Tsunami la causa que desencadenó en un infarto? En la actualidad sus familiares no quieren saber nada del tema.

El “liderazgo absoluto” de Tsunami Democràtic, según apunta una nota elaborada por la Sala Penal del Tribunal Supremo, lo ejercía Puigdemont. En su momento tres juzgados de Barcelona no consideraron a Puigdemont como líder de Tsunami Democàtic.

El terrorismo escapa de la amnistía. De aquí la urgencia del juez García-Castellón para que el Tribunal Supremo encuentre culpable a Puigdemont de actos de terrorismo.

El caos que generó Tsunami Democràtic no puede ser tipificado como terrorismo.

Cuando Pablo Iglesias hablaba de lawfare en España parecía una acusación fuera de la realidad. Pero tal parece que existen jueces que poco les importa prevaricar con tal de ver reflejado un ajuste de cuentas en contra de los líderes independentistas.

Pedro Sánchez inicia su gobierno de manera crítica. Una mentira como preámbulo: no habrá amnistía. Fue una promesa de campaña, pero las matemáticas le obligaron a negociar con Junts.

Sí habrá amnistía. Fue hace algunas semanas cuando el PP lanzó una campaña en su contra por haber mentido. Tiempo de la posverdad.

Una semana atrás, un caso de corrupción ha subido la temperatura en el entorno crítico de Sánchez; se trata de un subordinado del número tres del PSOE y exministro de Transporte, José Luis Ábalos. El mismo que recibió en Barajas a un miembro de la dictadura de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez.

España no atendió la ley de sanciones de la Unión Europea sobre la dictadura venezolana.

Ahora, Puigdemont, el maloso que pudo haber ordenado la falsificación de tarjetas de embarque.

@faustopretelin