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Opinión

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¿Responsabilidad social universitaria?

Es frecuente escuchar hablar de la responsabilidad social, pero pocos saben que este tema muy asociado al sector empresarial también puede tener una aplicación en el ámbito de las instituciones de educación superior, ya que, independientemente de que tengan o no un fin lucrativo, pueden aplicar los mismos principios y prácticas en su gestión, para empezar a hablar de la responsabilidad social universitaria (RSU).

Cuando uno investiga sobre este tema, es frecuente encontrar los primeros trabajos realizados por Francois Vallaeys, quien desde diversas universidades en Perú ha impulsado el concepto y su propio modelo de RSU, y ha servido de inspiración para que algunas instituciones educativas de América Latina inicien sus procesos de incorporación.

De manera complementaria, han surgido otros esfuerzos regionales como el del Observatorio de Responsabilidad Social de América Latina y el Caribe de la UNESCO, que tiene como misión articular una red temática de instituciones académicas en América Latina y el Caribe, en torno a la responsabilidad social mediante proyectos comunes de carácter interdisciplinar e interinstitucional que permitan reflexionar acerca de las injusticias, desigualdades y exclusiones de nuestra realidad concreta mediante propuestas humanistas y humanitarias.

Desde una perspectiva global, también habría que destacar el papel de la iniciativa Principles for Responsible Management Education de la ONU, la cual surge del Pacto Mundial con la intensión de lograr que las instituciones educativas adopten una serie de principios para la integración de la responsabilidad social en sus programas de estudio, líneas de investigación, estrategias de vinculación, etcétera, aprovechando el aprendizaje entre pares y la sinergia con otras instituciones.

En el caso particular de la Universidad Anáhuac México, también hemos estado estudiando este tema desde hace varios años, y llevándolo a la práctica a través del Comité de RSU y Sustentabilidad, conformado por miembros de diversas áreas, escuelas y facultades, con la intención de que el tema de responsabilidad social no sólo se vea reflejado por el cumplimiento de nuestra misión educativa, sino que sea parte del modelo de gestión de la institución.

Para ello, se ha definido un modelo de RSU que cubre cuatro ámbitos; los primeros tres se refieren a las funciones sustantivas de cualquier institución de educación superior y la última corresponde a la gestión transversal de la responsabilidad social aplicada al campus.

En primer lugar está la función formativa, que abarca desde luego a los alumnos, pero también al personal de la institución, en quienes se busca contribuir a una formación integral y que, en el caso de la Universidad Anáhuac, contempla una formación de profesionales y ciudadanos socialmente responsables. Como segunda función, se abarca la investigación, que, guiada por la ética y la búsqueda de la verdad, pueda llegar a tener un impacto social a nivel local, nacional o incluso mundial. La extensión universitaria comprende la tercera función, en donde además de incluir la educación continua, pueden entrar otras actividades de difusión cultural y artística, actividades de asesoría y consultoría, por mencionar algunas, en las que también puede ir implícita la responsabilidad social.

Finalmente, en cuanto a la gestión de la universidad, no se debe olvidar que como cualquier otra organización debe buscar la mejora continua en todas sus actividades y procesos, incorporando la responsabilidad social frente a todos sus grupos de interés, y trabajando para mejorar su ética y gobernanza institucional, la calidad de vida de su personal, su compromiso con la sociedad y el cuidado del medio ambiente.

Desde luego, esto no es tarea sencilla y requiere del compromiso de las máximas autoridades para establecer una postura clara en torno a la RSU que sirva para guiar el trabajo del resto de los colaboradores, quienes, desde sus actividades directivas, docentes y administrativas, deberán sumarse a este esfuerzo colectivo para lograr avanzar hacia una verdadera responsabilidad social universitaria.

Así como la RSE ha ido permeando poco a poco en las empresas, ojalá que la RSU sea cada vez más adoptada como un modelo de gestión integral de las instituciones de educación superior, para que a través de sus funciones sustantivas puedan maximizar su impacto positivo en la sociedad y su entorno.

*Director del Centro IDEARSE para la Responsabilidad y Sustentabilidad de la Empresa de la Universidad Anáhuac México. Twitter: @J_ReyesIturbide y @Centro_IDEARSE

idearse@anahuac.mx

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