Temas pendientes en materia de salud mental para la nueva Legislatura

En días pasados, tuve la oportunidad de participar en el Foro “Políticas de Reducción de Riesgo y Tratamiento de Adicciones”, convocado por la Senadora Alejandra Lagunes en el Senado de la República. Este evento reunió a importantes personalidades del ámbito de la salud mental, quienes compartieron sus perspectivas sobre la atención a los problemas de consumo de sustancias. Representantes de la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), instituciones de salud, organizaciones de la sociedad civil y médicos especialistas, discutimos los avances y desafíos que enfrenta México en materia de reducción de riesgos.

Uno de los avances más significativos en materia de salud mental durante el sexenio que está por concluir fue la aprobación de reformas a la Ley General de Salud (2022), las cuales buscan garantizar una atención que respete la dignidad y los derechos de las personas con discapacidad mental. Asimismo, en mayo de 2023 se creó la Conasama, un organismo encargado de prevenir, promover y atender los problemas de salud mental y adicciones en el país.

En columnas anteriores, hemos destacado la alarmante prevalencia de enfermedades mentales en México y a nivel mundial. Recientes estudios revelan que hasta el 36% de la población mexicana padece trastornos como depresión, ansiedad o trastornos alimentarios (DW, 2024). Además, las cifras de suicidio han aumentado significativamente en los últimos 20 años, según datos de la UNAM, Secretaría de Salud e INEGI.

La creciente demanda de servicios de salud mental contrasta con la insuficiencia y mala distribución de recursos. Como señala un decreto oficial, "en México, como en otros países, los recursos económicos, humanos y materiales disponibles para atender la salud mental son insuficientes y además, se encuentran mal distribuidos" (DOF:29/05/23). Esta situación genera una brecha entre quienes necesitan tratamiento y quienes lo reciben.

En este contexto, resulta fundamental explorar nuevos modelos de atención que sean más efectivos y accesibles. Aunque se han dado pasos importantes en el ámbito de las políticas públicas, aún persisten grandes desafíos.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) ha resaltado el creciente interés en el uso terapéutico de sustancias psicodélicas para tratar ciertos trastornos mentales. Si bien la investigación aún tiene un largo camino por recorrer, los resultados preliminares son prometedores, especialmente para enfermedades resistentes a tratamientos convencionales. Sin embargo, es crucial regular el uso de estas sustancias para evitar riesgos para la salud y la estigmatización.

México, con su rica biodiversidad y conocimiento tradicional sobre plantas y hongos psicoactivos, tiene un gran potencial para desarrollar terapias innovadoras que combinen la ciencia y la medicina tradicional. El país es el primer lugar en flora y fauna psicoactiva a nivel mundial, y el lugar 12 en biodiversidad. Este escenario nos debe comprometer a abordar los desafíos relacionados con la investigación, regulación y acceso a terapias que aprovechen los recursos y el conocimiento existente, y que permita que la ciencia y tradición se unan como un puente en la biomedicina.

Durante el foro, se hizo un llamado a replantear el enfoque hacia la salud mental, basándose en el derecho a la salud y promoviendo la investigación y el acceso a tratamientos innovadores. Esta es una prioridad que la nueva legislatura debe considerar en materia de salud. Asimismo, será fundamental fortalecer la educación en salud mental, el autocuidado y los servicios comunitarios.

La salud mental es un problema complejo que requiere una respuesta integral y coordinada, incluyendo el desarrollo de políticas públicas. Es necesario que todas las instituciones y personas continuemos trabajando en conjunto para construir un sistema de salud mental más justo y equitativo. Desde aquí, seguiremos aportando nuestra visión y soluciones claras que contribuyan a la conversación y enriquezcan el debate.

Que haya suerte para la nueva legislatura. La salud de los mexicanos lo merece.   

¡Hasta la próxima!