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Todavía nos faltan dos millones
El empleo, que además de fuente de ingresos es el espacio donde muchos empeñamos nuestros sueños de crecimiento y la ilusión de hacer un mejor país, ya era una preocupación de los mexicanos, pero a partir de la pandemia lo ha sido más.
Porque millones perdieron su trabajo y otros tantos lo mantuvieron pero con menores ingresos. El mercado laboral, sin duda, se precarizó.
El Inegi nos dice que aún faltan por recuperar casi 2 millones ―de los 12 millones de empleos perdidos a partir de la crisis sanitaria― para regresar a las cifras de ocupación registradas a inicios del año pasado; que no es que esos niveles fueran los suficientes.
Lo sabemos. El golpe de la pandemia ha sido tremendo. Y la economía es uno de los entornos donde más se acusa el impacto. Recuerdo bien que tres meses después del inicio internacional del aislamiento, el Banco Mundial aseguraba que el Covid-19 hundía a la economía internacional en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
En México, al primer trimestre de este año, sólo en 8 estados se había recuperado el nivel de ocupación registrado a principios del 2020: son los casos de Nayarit, Oaxaca, Campeche, Yucatán, Coahuila, Zacatecas, Durango y Chiapas. Gracias al esfuerzo de muchos mexicanos, cada vez se recuperan más posiciones.
Los datos también nos dicen ―y el IMCO ha hecho un extraordinario análisis al respecto en su investigación “El mercado laboral mexicano tras un año de pandemia”―, que los jóvenes, los adultos mayores y las mujeres han experimentado el impacto más profundo, y son segmentos que continúan desigualmente lejos de regresar a los niveles previos a la crisis sanitaria.
A marzo del 2021, el empleo femenino se encuentra en un nivel 7% inferior al registrado antes de la pandemia, es decir, aún falta recuperar casi 1.5 millones de puestos de trabajo para ellas. Si lo comparamos, es similar a la población de Zacatecas. En otras palabras: actualmente, siete de cada diez desempleados por la pandemia son mujeres.
No podemos dejar de ver, en estas carencias, las implicaciones que tiene para lograr la tan ansiada igualdad de género. Con referencia al desempleo femenino, la titular de CEPAL, Alicia Bárcena, decía: estos impactos son contundentes y en ello vemos el retroceso de una década.
En breve, la OIT presentará un nuevo análisis de las tendencias sociales y del mercado laboral. Conviene estar atentos: las transformaciones que hoy enfrentamos tendrán aceleradas repercusiones; algunos de esos efectos eran insospechados hasta hace poco tiempo.
En el contexto internacional, la información más reciente del Foro Económico Mundial señala que la pandemia ha añadido 36 años al tiempo requerido para abatir la brecha de género: se necesitaba un siglo, ya solo se requieren 136 años. Un retroceso escandaloso, solo del último año.
Ahora que vemos tanto bailable, tabla rítmica, resucitados, y en general puestas en escena en las campañas políticas, es interesante que como ciudadanos consultemos a los candidatos cómo colaborarán ellos para apuntalar el empleo que tanto se requiere.
@VicenteAmador