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Traspasos en Morena
Mientras buscaba la candidatura de Morena a la alcaldía de Nezahualcóyotl, se contagió por segunda ocasión de Covid.
Mientras buscaba la candidatura de Morena a la alcaldía de Nezahualcóyotl, se contagió por segunda ocasión de Covid. Omicron lo puso en terapia intensiva y le dejó secuelas físicas que aún eran notorias cuando Emilio Ulloa Pérez comenzó un nuevo recorrido nacional —junto con Fadlala Akabani— para exponer la propuesta de Claudia Sheinbaum ante empresarios.
Esa gira arrancó justo hace dos años. Las señales de que era Claudia ya se notaban, pero al interior del partido, las simpatías se dividían entre Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.
Chimbombo de origen, avecinando en Neza desde que estudió economía en Zacatenco, Ulloa Pérez conoció a Sheinbaum hace 35 años. Ella, cercana a los forjadores de Punto Crítico, atestiguó las negociaciones entre las distintas facciones de la izquierda que cedieron la candidatura presidencial de 1988 a Cuauhtémoc Cárdenas.
Ulloa Pérez participaba en la ACRN, agrupación izquierdista encabezada por Mario Saucedo que entonces impulsó los afanes presidenciales del exgobernador de Michoacán. En el centro de la trisecta, los cívicos apuntalaron a Porfirio Muñoz Ledo cuando el parlamentario dirigió al sol azteca.
Saucedo fue su secretario general. Era 1993. Porfirio envió a uno de sus cuadros más cercanos —Gerardo Fernández Noroña, originario de Naucalpan— a tomar las riendas del PRD en el Estado de México y la fórmula se repitió: Ulloa Pérez fue el número dos del ahora presidente del Senado y juntos arroparon a Alejandro Encinas, en su primer intento (fallido) por la gubernatura mexiquense.
Ulloa nunca pudo ganarla en los 25 años que militó en el PRD; su último intento fue en 2011 cuando coordinó la campaña de Yeidckol Polevnsky. Tampoco ha podido cumplir su mayor anhelo: ser alcalde de Neza, mismo que lo llevó a las puertas del extinto Partido Convergencia y del PRI, quienes lo vieron como el vehículo para derrotar al movimiento popular que controla ese municipio.
A falta de cargos ejecutivos, ha pasado por dos legislaturas locales y dos federales. Y ha encabezado al clan familiar, que puede presumir ahora mismo de tener a dos integrantes, Gerardo y Carlos Alberto, en San Lázaro; este último fungió como secretario particular de Claudia Sheinbaum durante casi tres lustros.
El origen de esos nexos está en Tlalpan y tienen como protagonista a Eliseo Moyao, otro antiguo militante de la ACNR, Ulloa Pérez, empero, quiso llevar a la secretaría general de Morena con las cartas del cardenismo. Y con el respaldo de Antonio Santos buscó la secretaría general de Morena. A finales de agosto contaba con el respaldo de casi una cuarta parte de los delegados al Congreso Extraordinario.
Pero Morena no es de los claudistas. ¿Y tampoco de los cardenistas? Luisa Maria Alcalde y la exdiputada federal Carolina Rangel Gracida llegaron a la cúpula partidista en una operación de última hora que involucró a la secretaría general saliente, Citlalli Hernández, y al exgobernador de Michoacán, Leonel Godoy.
Ulloa tuvo que frenar su intentona, ante el llamado de Sheinbaum de mantener la unidad al interior del partido y evitar el amiguismo, el influyentismo, el nepotismo y el sectarios. Después del espectáculo de ayer —que incluyó las lágrimas de Alfonso Durazo y la discreta unción de Andrés. Andrés Manuel López Beltrán, queda un océano de distancia entre el discurso y la realidad,
Efectos secundarios
INCURSIONES. Con la ampliación de su flota aérea, la aerolínea del Estado Mexicano también ofrecerá el servicio de carga aérea doméstica, a través de Mexicana Cargo Services. “Estamos listos para enfrentar los retos del futuro en materia de conectividad y contribuir al crecimiento, competitividad y desarrollo de la industria”, resumió el director de la compañía, Leobardo Ávila Bojórquez, quien reiteró la adquisición de 20 aviones E2 de manufactura brasileña.