Austria, el cablebús y la embajadora Kehrer

Si ya te subiste al Cablebús en la ciudad de México, entonces ya tuviste contacto con Austria. Una de sus empresas aportó la tecnología y el equipo. O quizá has visto las canastas que pasan sobre tu coche en avenida Constituyentes. La altura produce vértigo, sin duda. Los coches se ven pequeños desde lo alto. 

“Somos un país alpino y conocemos muy bien la tecnología, para nosotros es muy normal”, me comenta y tranquiliza la embajadora de Austria, Elisabeth Kehrer, durante una charla que sostuve con ella la semana pasada en su legación.

Si vives en Querétaro, el Colegio Austriaco es una especie de embajada educativa del país europeo. Austria está presente en México y generalmente mantiene un diálogo político bianual. Se vincula mucho con el país a través del multilateralismo, por ejemplo, el desarme nuclear.

Era la oportunidad para charlar con la embajadora sobre la política de su país. En septiembre hubo elecciones legislativas y las ganó la ultraderecha.

Se llama el Partido de la Libertad (FPÖ); “presenta elementos liberales y nacionalistas, pero también tiene raíces en la ultraderecha y en el fascismo”; subraya la embajadora Kehrer.

Ayer, el presidente Alexander van der Bellen, encargó al canciller Karl Nehammer, jefe Partido Popular (OVP), la formación de una coalición de gobierno.

La embajadora recuerda que el OVP ya ha realizado un par de alianzas con la ultraderecha, pero en esta ocasión se niega debido a que no quiere que el líder del FPÖ, Herbert Kickl insista en ser el primer ministro.

El Partido Popular austriaco obtuvo dos puntos porcentuales menos que la ultraderecha y al partido social demócrata SPÖ le fue mal. La formación de Gobierno será compleja, pero no imposible porque los partidos desean tomar distancia de la ultraderecha, particularmente el partido liberal, los verdes y los socialistas.

La situación económica y la inmigración son elementos que aprovechan los populistas para escalar hacia la cima del poder.

Sobre la inmigración, Elisabeth Kehrer menciona que más del 20% de la población en Austria no tiene padres de esa nacionalidad; en Viena la cifra crece hasta un 40%. En las escuelas públicas de la capital austriaca, el 60% de los infantes no tienen el alemán como idioma materno.

Luego de los alemanes, primera minoría en Austria, se encuentran rumanos y turcos. Entre los refugiados sobresalen los sirios (100 mil), afganos (65 mil). “Cómo integrar a musulmanes en una sociedad moderna, democrática y laica”, indica la embajadora. “Esto es usado por partidos populistas; critican a los gobiernos sin ofrecer una solución”.

La embajadora Elisabeth Kehrer comenta que desde que llegó a México “se enamoró del país”. Es atípica porque habla con franqueza sobre todos los temas que le pregunté.