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Heridas de los ataques terroristas de 1992, 1994 y 2023 contra Israel

OpiniónEl Economista

Estos días son muy especiales para nosotros dos. Hemos saldado una cuenta pendiente por más de 30 años. Se confirmó que el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ya no está entre nosotros, eliminado por la Fuerza Aérea Israel en el bombardeo contra el cuartel general de lo organización terrorista en la Dahia, Beirut, Líbano. 

Se preguntarán ustedes por qué hablamos de una cuenta pendiente, saldada. Nuestros primeros encuentros con el terror de Hezbolá datan de los dos terribles atentados ocurridos en Buenos Aires, Argentina, uno contra la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, el segundo contra el edificio de la AMIA, sede de la Comunidad Judía, el 18 de Julio 1994. Acompañamos desde entonces el duelo, el dolor de las víctimas, lo heridos y los esfuerzos de hacer Justicia. Escriben este texto quienes vivimos personalmente el horror, Danny Carmon que perdió a su mujer y la madre de sus cinco chicos en la Embajada israelí; e Itzik Horn, sobreviviente del atentado a la AMIA.

Estas terribles experiencias nos unieron nuevamente 30 años después, cuando nos encontramos, el 10 de octubre del 2023, tres días después del terrible ataque de Hamas. Desde entonces, estamos juntos, Itzik, cuyos dos hijos Iair e Eitan fueron secuestrados por los terroristas de Hamas; y Danny, voluntario diplomático en el Foro de las Familias de Secuestrados. Quiso el destino que en estas trágicas circunstancias nuestros caminos se encontraran nuevamente. Hace 365 días somos parte de una lucha justa y sin precedentes por la liberación inmediata e incondicional de los 101 secuestrados.

Cabe recordar que el 7 de octubre de 2023, Hamas invadió Israel, atacó a la población civil, asesinando a más de 1,200 personas inocentes, israelíes y de 28 diferentes nacionalidades, incendiando, mutilando, violando y secuestrando a nuestros hijos, hijas, hermanas, hermanos, jóvenes y ancianos. 256 de nosotros, algunos muertos, fueron llevados al cautiverio en Gaza. Al día de hoy, quedan 101 permanecen como rehenes en condiciones infra humanas en los túneles de la Franja de Gaza.

El tiempo que paso desde un año de sufrimiento atroz de los secuestrados y de sus familias en Israel y a través del mundo, no debe y no puede poner la tragedia a un lado. Debemos seguir exigiendo justicia, paz y tranquilidad. Pero más que nada, la liberación inmediata y el regreso de nuestros seres queridos a casa.

Es una crisis humanitaria sin precedentes que no puede compararse, ni ponerse en ninguna ecuación política cualquiera. No es suficiente declarar este objetivo en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que hay que hacerlo ya. Los secuestrados ya no tienen tiempo, aire, comida, no ven la luz del día, quizás algunos mueren cada día.

Para el Estado de Israel y su pueblo la liberación de los rehenes debe ser el objetivo principal.

La Comunidad Internacional y la gente de bien tienen también un desafío, la obligación moral, ética y el deber fundamental de hacer todo, absolutamente todo para demandar y exigir la liberación de los secuestrados. Confiamos en ustedes.

*Itzik Horn. Sobreviviente del atentado a la AMIA, y padre de Iair y Eitan, secuestrados en Gaza.

Danny Carmon. Voluntario, ex Embajador de Israel y víctima del atentado a la Embajada israelí.

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