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Incongruencia entre el discurso oficial y las acciones y sin atención a las Mipymes
Opinión
La presidenta y miembros de su gabinete se reunieron con empresarios nacionales y de EU en el marco del diálogo con líderes empresariales de México y EU CEO Dialogue. Ahí, Sheinbaum afirmó que habría certeza y reglas claras para que se materialicen inversiones productivas y se anunciaron proyectos presumiblemente a punto de comenzar.
Lo más positivo del evento fue la bienvenida a la inversión nacional y extranjera, la disposición al diálogo con muchos empresarios ahí presentes, la voluntad de garantizar la seguridad necesaria para la inversión privada y la intención de revivir las asociaciones público-privadas (APP) sobre nuevas bases más favorables para el país. Aparentemente, el mensaje entusiasmó a dirigentes empresariales.
Claramente, buena parte del optimismo generado por la reunión se debe a la “novedad” del diálogo y la apertura ante muchos empresarios, y no sólo ante algunos como fue en el gobierno de AMLO.
Sin embargo, la inversión productiva no florece con anuncios de voluntades (como los que a menudo se han hecho en el pasado sin resultados claros) sino con hechos. Florece orgánicamente, cuando las condiciones del entorno son favorables, convenientes, y generan certeza, seguridad por sí mismas. Y es en esto que el discurso del gobierno es incongruente con sus acciones.
Para aprovechar las magníficas oportunidades que el país tiene ante sí (el nearshoring) se requiere, por ejemplo:
- Estado de derecho, mientras que todo apunta que va en contra de este, como todo el mundo excepto la 4t, afirma;
- seguridad de abasto de energía, cuando la reforma para regresar el carácter público a la CFE y Pemex la pone en grave peligro;
- reglas claras y cuidado del TMEC, pero tanto la desaparición de los organismos reguladores autónomos va en sentido contrario (especialmente ante las actitudes reveladas de la 4T frente a todos los límites a sus deseos), como las reformas de Pemex y CFE amenazan al tratado en distintas medidas;
- transparencia en las decisiones y acciones del gobierno, mientras la 4T asegura la desaparición del INAI; e
- inversión urgente en infraestructura pública logística útiles en medio de una fragilidad fiscal evidente, cuando lo que se anuncia enfáticamente es más programas sociales y trenes de pasajeros y vagamente la recuperación de las APP.
Y la lista podría continuar.
Los mensajes de certeza y condiciones idóneas del CEO Dialogue se hacen ante organismos cúpula y grandes empresas rentables, con relativamente más recursos para afrontar la pesada regulación y otros costos considerables.
Pero no se atienden con determinación las condiciones generales que aquejan a la mayoría de las empresas. En particular preocupan las Mipymes, que representan el 97% de los negocios del país y enfrentan grandes obstáculos para su supervivencia, inversión y crecimiento; en particular, altísimos costos laborales y de capital de trabajo por el nivel de las tasas de interés, de cumplimiento de onerosas regulaciones en los 3 niveles de gobierno y de seguridad pública y extorsión.