Medicamentos de patente, regulación fangosa

De acuerdo con las proyecciones del sector privado, el mercado farmacéutico en México registra una tendencia de crecimiento sostenido. El dato central es que para el cierre de este año 2024, alcanzará los 268 mil millones de pesos, lo que representa un aumento del 4.89%, respecto al cierre del 2023. 

Sin embargo, en el análisis más detallado del comportamiento del mercado, se observan desafíos y retos a superar. Uno de ellos tiene que ver con la presión de los precios y la competencia entre los medicamentos genéricos y patentados. Eso es lo que revela un estudio elaborado por el área de riesgo de Atradius México, líder en seguros de crédito y gestión de riesgos. Señala que los genéricos se han convertido en un motor importante del mercado.

El segmento de medicamentos genéricos se ha consolidado como una fuerza clave en la industria. Impulsado por el crecimiento de la población y las iniciativas gubernamentales para contener los costos de salud, se espera que el mercado de genéricos alcance los 55.9 mil millones de pesos, en 2024, lo que representa un aumento del 5.6%. Por otra parte, los medicamentos de patente, enfrentan el terreno pantanoso de la regulación.

Isabelle Marques-Evans, Gerente Sr. de Riesgos de Atradius, destaca la relevancia de este fenómeno: “El crecimiento de los genéricos no es solo una cuestión de economía, sino de accesibilidad. Los esfuerzos del gobierno por mejorar la cobertura de salud han abierto la puerta para que cada vez más mexicanos tengan acceso a tratamientos esenciales a precios más bajos.”

A pesar del crecimiento en algunas áreas, el mercado de medicamentos patentados está experimentando dificultades. Las proyecciones para 2024 indican que este segmento alcanzará los 149.7 mil millones de pesos, un incremento de solo 2.03%. Factores como la débil aplicación de las leyes de patentes y los retrasos en la aprobación regulatoria están limitando las oportunidades de crecimiento de las farmacéuticas que dependen de la innovación.

En opinión de Isabelle, “las farmacéuticas que buscan innovar se enfrentan a un entorno regulatorio complicado. Sin un marco legal sólido que proteja las patentes, la inversión en investigación y desarrollo podría verse comprometida, lo que afectaría la disponibilidad de nuevos medicamentos en el país.”

En un tercer plano está la expansión de los medicamentos de venta libre (OTC). Éstos, también juegan un papel crucial en el mercado mexicano, especialmente en una economía donde una parte importante de la población carece de seguro médico. Se espera que este segmento crezca un 5% en 2024, alcanzando los 324 mil millones de pesos. La preferencia por la automedicación es evidente, con el 21% de la población mexicana confiando en estos productos para tratar enfermedades comunes.

Con todo y todo, concluye el análisis de Atradius México, a pesar de las barreras regulatorias y económicas, México sigue siendo un mercado atractivo para las farmacéuticas, particularmente en el área de los medicamentos genéricos. Sin embargo, el futuro dependerá de cómo el gobierno y la industria gestionen las presiones en el sistema de salud y la competitividad del mercado.

Hasta ahi el análisis. El mercado farmacéutico requiere de una regulación que fortalezca a los distintos agentes económicos y promueva la competencia. Lo deseable es que el nuevo gobierno de México, se enfoque en ese propósito. Veremos.

Manzanillo, urge comunidad portuaria

Nunca había visto una crisis como la que se está viviendo hoy en el puerto de Manzanillo; ni siquiera durante la pandemia, asegura Juan pablo Pacheco, presidente de la Asociación Mexicana de Agentes de Carga (Amacarga), que aglutina a 400 empresas y moviliza alrededor de 85 mil toneladas de insumos industriales al año que se utilizan para la fabricación de productos diversos. Se refiere al problema de saturación que registra el principal puerto del país.

Amacarga es reconocida como el principal portavoz entre las Cámaras, Asociaciones, y autoridades mexicanas y los principales proveedores de Comercio Exterior. Señala que en el Puerto de Manzanillo se lleva alrededor de 15 días para sacar un contenedor más los 15 días que se quedan fondeados. Por demoras y almacenamiento, en promedio se pagan 11 mil dólares por contenedor.

En la diversidad de problemas, identifica cinco, de atención urgente: 1.- Aduanas y trámites; se requiere que los trámites y revisiones sean claros y más expeditos; 2.- infraestructura; que la red de carreteras, puertos y ferrocarriles del país sean más eficientes para evitar el encarecimiento de costos y aumentar la competitividad; 3.- inseguridad; combatir el robo de carga porque genera pérdidas millonarias a las empresas; 4. acelerar la adopción de tecnologías digitales, para aumentar la gestión de las cadenas de suministro; 5.- capacitar personal y evitar alta rotación.

Se requiere, dice, crear una comunidad portuaria, como la que existe en el Puerto de Lázaro Cárdenas para encontrar soluciones consensuadas entre los distintos protagonistas del sector. Las autoridades en México deberían voltear y observar las experiencias en los países que tienen la mejor y más eficiente organización y avanzar hacia un modelo similar. Al tiempo.