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Opinión

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Pesimismo, por cóctel riesgoso en México: Moody's

México entra a terreno fangoso, por un cóctel explosivo de factores económicos y políticos, de impacto reservado en el plano de la economía y las finanzas públicas.

Este (14 de noviembre) una de las principales calificadoras crediticias, decidió cambiar su perspectiva sobre México, de estable a negativa. Moody's, observa una combinación de elementos de riesgo son internos y externos. Van desde la Reforma Judicial, hasta la prolongación de la reducción del déficit fiscal en el tiempo, el empeoramiento de la deuda, menor crecimiento económico, los pasivos contingentes de Pemex y hasta la anunciada transferencia universal para la tercera edad que impactaría en las pensiones y el presupuesto gubernamental.

En general, la agencia, señala un debilitamiento del marco institucional y de formulación de políticas que podría socavar los resultados fiscales y económicos. Y en particular advierte que la reforma constitucional de México podría debilitar los controles y equilibrios del sistema judicial, con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal del país. Moody's sigue esperando que México se beneficie de inversiones relacionadas con el nearshoring en los próximos años. Sin embargo considera que las reformas constitucionales pueden disminuir la confianza de los inversionistas. Y esto podría materializarse en menos inversiones y un crecimiento económico que no supere nuestras expectativas de crecimiento a mediano plazo de alrededor del 2%. En el plano internacional, un foco rojo, es el potencial cambio de las relaciones comerciales de México con Estados Unidos.

Entre los factores políticos y económicos que encendieron las alertas en la calificadora están: 

1.- La Reforma Judicial, porque podría debilitar los controles y equilibrios del sistema judicial, con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal del país. 

2.- La probabilidad de que los pasivos contingentes de Pemex (con calificación B3 negativa) se materialicen en el balance del gobierno y, al mismo tiempo, no restablezcan la sostenibilidad de la deuda a largo plazo de la petrolera y, por lo tanto, mantengan los riesgos fiscales para el gobierno. 

3.- Las reformas implementadas o anunciadas limitarán la capacidad de las autoridades fiscales para reducir el déficit fiscal (de casi el 6%) en los próximos años. 

4.- La agencia estima que la reducción del déficit fiscal será gradual en los próximos años y en consecuencia la deuda del gobierno aumentará por encima del 45% del PIB en el 2025 (desde 40% en 2023) y podría seguir aumentando hasta el 50% en 2027-2028, si no se realiza una consolidación más significativa.

A unas horas de que el gobierno de Claudia Sheinbaum presente su primer paquete económico, la agencia calificadora Moody's cambió la perspectiva de las calificaciones del gobierno de México a negativa, desde estable. No se trata de una degradación crediticia. Al menos, por el momento. Sin embargo, la agencia advierte que podría bajar las calificaciones de México si empeora la deuda pública, un potencial cambio en las relaciones comerciales con EU y/o un menor crecimiento económico.

Moody´s identifica tres razones puntuales, para modificar a negativa su perspectiva sobre México: 

1.- Si los indicadores de deuda pública empeoraran significativamente. 

2.- Las posibles disrupciones económicas —incluidas las provocadas por cambios en las relaciones comerciales con EE. UU.— dada la capacidad fiscal limitada de México para responder a shocks. 

3.- Y los indicios de que el crecimiento a mediano plazo será inferior al esperado actualmente, en un contexto de empeoramiento de las condiciones regulatorias y de inversión.

Por ahora, Moody's no observa probabilidad de que se realice un alza en la calificación crediticia de México. No obstante, sí podría modificar la perspectiva a estable, en dos escenarios:

1.- Si la agencia considera que los esfuerzos de consolidación fiscal de las autoridades pudieran contribuir a una rápida estabilización del nivel de deuda. 

2.- Dada la gran probabilidad de que los pasivos contingentes derivados de Pemex se materialicen en el balance del gobierno, el impacto del apoyo soberano a la empresa no exacerbará un posible debilitamiento de su fortaleza fiscal –más allá de la expectativa actual de la propia agencia– y, que la situación financiera de la empresa mejorará considerablemente para reducir su dependencia del apoyo gubernamental en los próximos años.

Atisbos

La Secretaría de Hacienda difundió el cambio de perspectiva de estable a negativa de Moodys y prefirió “ver el vaso medio lleno”.

Subrayó que México conserva la calificación en Baa2: dos niveles por encima del grado de especulación; que la agencia destaca la resiliencia económica de México y que el país mantiene el grado de inversión con las ocho agencias calificadoras que evalúan su deuda. Este año, todas ratificaron su calificación y siete conservan una perspectiva estable, lo que según la dependencia, muestra confianza generalizada en la estabilidad económica del país.

Más allá del optimismo oficial, lo cierto es que la Reforma Judicial, la debilidad fiscal y la relación comercial con EU, representan un cóctel de riesgo. México entró en terreno fangoso. Ojalá lo supere. Al tiempo.

marcomaresg@gmail.com

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Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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