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Precio del petróleo en jaque: entre conflictos geopolíticos y decisiones de la OPEP
Aunque la tensión entre Israel e Irán no es nueva, los acontecimientos recientes han elevado el riesgo de una escalada militar con posibles repercusiones significativas para el mercado petrolero global.
El mercado mundial del petróleo ha experimentado una volatilidad notable en los últimos días, impulsada por una combinación de factores geopolíticos y económicos que han alterado el equilibrio entre la oferta y la demanda.
La reciente escalada de tensiones en Oriente Medio, sumada a las decisiones estratégicas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), ha generado incertidumbre en los mercados energéticos y provocado un incremento significativo en los precios del crudo.
El precio del West Texas Intermediate (WTI) se disparó hasta 5.5%, acercándose a los 74 dólares por barril, mientras que el Brent del Mar del Norte, referencia global, alcanzó casi los 77 dólares. Este repunte se atribuye principalmente a las preocupaciones sobre posibles interrupciones en el suministro de petróleo desde Oriente Medio, una región que representa aproximadamente un tercio de la producción mundial.
La situación se intensificó tras las declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden, quien al ser consultado sobre si apoyaría posibles ataques de Israel a instalaciones petroleras iraníes, respondió: "Lo estamos discutiendo". Esto incrementó la inquietud en los mercados ante la posibilidad de que un conflicto más amplio pueda afectar la infraestructura energética de Irán, uno de los principales productores de petróleo.
Aunque la tensión entre Israel e Irán no es nueva, los acontecimientos recientes han elevado el riesgo de una escalada militar con posibles repercusiones significativas para el mercado petrolero global.
Un ataque a instalaciones iraníes clave, como la isla de Kharg (donde se cargan la mayoría de las exportaciones de crudo de Irán) podría retirar del mercado alrededor de 1.5 millones de barriles diarios. Esto impactaría inmediatamente en los precios del petróleo, que podrían aumentar considerablemente debido a la reducción de la oferta.
Los conflictos en otras regiones productoras, como Libia, también influyen en la oferta global. Tras resolver una disputa política interna, Libia anunció que reanudará su producción petrolera, lo que podría añadir cientos de miles de barriles diarios al mercado.
Sin embargo, la estabilidad a largo plazo de la producción libia sigue siendo incierta, dado su historial de interrupciones por tensiones políticas y sociales.
La OPEP+ ha desempeñado un papel crucial en la configuración del mercado. A pesar de sus esfuerzos por equilibrar la oferta mediante recortes de producción, no han logrado contrarrestar plenamente la débil demanda mundial, especialmente en Asia y Europa.
La OPEP+ ha decidido retrasar sus planes de aumento de producción hasta diciembre de 2024, con la expectativa de que esto ayude a reducir los inventarios mundiales a corto plazo.
La OPEP ha revisado ligeramente a la baja su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024, reduciéndolo en 80,000 barriles diarios respecto a la evaluación del mes anterior.
Ahora se espera un incremento de 2 millones de barriles diarios interanuales, aún por encima del promedio histórico previo a la pandemia.
Se prevé que para finales de 2024 la demanda de petróleo en países no pertenecientes a la OCDE aumente en más de 1.8 millones de barriles diarios, impulsada principalmente por economías emergentes en Asia y América Latina. Este crecimiento estaría respaldado por nuevas capacidades de refinación en estas regiones.
Sin embargo, el pronóstico enfrenta incertidumbres. La evolución de la economía china (donde los estímulos recientes podrían aumentar la demanda energética) y las tensiones en Oriente Medio, que podrían afectar la oferta, son factores clave.
Además, la posibilidad de un excedente de crudo a mediados de 2025, debido al incremento de la producción en países fuera de la OPEP+, podría mantener los precios en niveles moderados.
En este contexto, los mercados petroleros se encuentran en una encrucijada, equilibrando preocupaciones de oferta y demanda en medio de una creciente incertidumbre geopolítica.
Es esencial prestar atención a estos factores fundamentales, ya que cualquier cambio en la dinámica actual podría tener repercusiones importantes en los precios del petróleo y, por ende, en la economía global.