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El Tren Maya no es política de izquierda

Si bien, de acuerdo con distintas teorías, hay varios elementos que explican la diferencia que hay entre un gobierno de izquierda y uno de derecha, la izquierda pone énfasis en políticas públicas que mejoren la vida de las personas que se encuentran peor. Y “peor” se puede definir de muchas maneras. La pobreza, por ejemplo, se mide a partir de distintos índices y está bien que se haga así, no es lo mismo carecer de acceso a la salud que de alimento (es importante conocer las carencias para enfrentarlas y por eso necesitamos el INEGI). En este sentido, la frase “primero los pobres” que también enarbola el segundo gobierno de Morena, como hizo el anterior, es una frase de izquierda, qué duda cabe. El problema está en que sus políticas públicas no siempre reflejan su eslogan. Un ejemplo claro es el Tren Maya.
El pasado sábado 11 de enero, el periodista Jesús Vázquez escribió en este periódico que “la baja afluencia de usuarios ha obligado a que el tramo 7 del Tren Maya, que va de Chetumal (Quintana Roo) a Escárcega (Campeche), opere únicamente tres corridas a la semana”. Dos días antes, el 9 de enero, Jorge Ricardo reportó en Reforma que: “en los primeros 10 meses desde que fue inaugurado, del 16 de diciembre de 2023 al 14 de octubre pasado, el Tren ha transportado a 480 mil 769 pasajeros […] Esa cantidad es apenas el 19.5 por ciento de la meta planteada de 3 millones de pasajeros anuales”. Más adelante dice la nota que la obra: “cotizada inicialmente en 140 mil millones habría costado tres veces más, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que ha estimado en 515 mil millones de pesos la erogación pública”. Tantos miles de millones para transportar a 1,600 personas al día. Por hacer un comparativo, según un comunicado de jefaturadegobierno.cdmx.gob.mx publicado en agosto de 2021: “El Gobierno de la Ciudad de México inauguró el Cablebús Línea 2 Constitución de 1917- Santa Marta, en la Alcaldía Iztapalapa, el cual consta de una longitud de 10.6 kilómetros y cuya inversión fue de 3 mil 183 millones de pesos (mdp)”. Y según comunicado de gobierno.cdmx.gob.mx de agosto de 2024: “Esta línea traslada a más de 65 mil personas al día”. Es una barbaridad el contraste. Con el costo del Tren Maya se pudieron construir 171 líneas 2, que, con los mismos números de la que existe (es un ejercicio de comparación, no un estudio de mercado), habrían podido transportar a 11 millones de personas al día, lo que transportará el Tren Maya, de seguir así, en unos 20 años. Según Ángel Molinero (2018), para mejorar el transporte público de 93 ciudades del país se necesita invertir dos veces el costo del Tren Maya. Así pues, el supuesto gobierno de izquierda gastó 500 mil millones de pesos para transportar a 1,600 personas al día, cuando pudo gastar 1 billón de pesos en mejorar el transporte público de las ciudades del país, lo que habría beneficiado a decenas de millones de personas al día, que pasan horas, cuando podrían ser minutos, en transportes peligrosos y lentos. ¿Dónde están las prioridades de izquierda? Los resultados del Tren Maya no solo deberían ser un escándalo, sino una llamada de atención sobre las prioridades reales de este gobierno.