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Opinión

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¿Cómo vas a utilizar tu aguinaldo? (Parte 1 de 2)

El aguinaldo es un ingreso adicional que muchas personas reciben durante el mes de diciembre. Como tal, representa una gran oportunidad para alcanzar una meta, mejorar nuestra vida y nuestras finanzas personales.  

Desafortunadamente, muchas personas lo ven como parte de su presupuesto habitual. Otros lo comprometan o se lo gastan antes de recibirlo. Eventos como el “Buen Fin” están diseñados precisamente para eso. Durante esos días, las personas gastan aún más y se endeudan. Es cierto: casi todas las promociones son a meses sin intereses, pero eso sigue siendo una deuda: gastar dinero que no tenemos y que esperamos ganar en el futuro.

Todo esto limita el potencial del aguinaldo. Cualquier ingreso extra o variable (fondo de ahorro, prima vacacional, bonos, reparto de utilidades) que uno espera, probablemente, recibir en el futuro, no debería contemplarse como dinero disponible en un presupuesto de gastos. ¿Qué pasa si ese ingreso no llega? Te metes en serios problemas.

Esa es una de las muchas razones por las que no me gusta la manera tradicional de hacer presupuestos (en los cuales uno “proyecta” los ingresos futuros) y prefiero el enfoque del plan de gastos, del que he hablado aquí en varias ocasiones.

En cambio, cuando el aguinaldo representa, como debería ser, un ingreso extra o adicional, se nos abren muchas posibilidades. De hecho hay tres grandes formas de utilizarlo: podemos gastarlo en experiencias o en lograr alguna meta que tenemos (como un viaje), podemos usarlo para mejorar nuestra salud financiera (pagar deudas o apuntalar nuestro fondo para emergencias) o bien invertirlo para acercarnos a nuestra libertad financiera. Exploremos a continuación cada una:

Gastar en experiencias, metas o alguna compra de alto valor

Esta es sin duda una de las formas más gratificantes de usarlo: a cosas que enriquezcan nuestra vida o que incrementen su calidad. Esto puede incluir viajes, actividades recreativas con la familia o incluso la compra de un bien que hemos deseado durante mucho tiempo.

Como mis lectores saben, a mí me encanta viajar. No sólo nos permite desconectar de la rutina, sino que también nos da la posibilidad de conocer nuevas culturas, formas de vivir y pensar. Además nos permite crear recuerdos inolvidables. Un buen viaje puede ser una inversión en nuestra felicidad y bienestar emocional. La experiencia de conocer un nuevo lugar, probar comidas diferentes y hablar con gente local nos da otra perspectiva de la vida.

Pero no es lo único que puede mejorar nuestra vida. A veces ciertos artículos nos pueden ayudar mucho. Una vez me compré un escritorio con ajuste de altura (puedo trabajar sentado o de pie) y una silla cómoda con soporte lumbar, porque trabajo mucho tiempo desde casa. Eso fue una gran decisión. En otra ocasión mi esposa y yo utilizamos el aguinaldo para comprar una nueva lavadora de ropa, mucho más moderna y funcional que la que teníamos. Compras de grandes, pero importantes en nuestra vida.

Mejorar tu salud financiera

Desafortunadamente, la mayoría de las personas tiene una salud financiera delicada. Muchos tienen deudas y no ahorros, ni un fondo para emergencias. El aguinaldo puede ayudar muchísimo a darle la vuelta a esta situación.

Por ejemplo, si tienes deudas, puedes destinar tu aguinaldo para pagar algunas de ellas, empezando con las más pequeñas, porque esto te liberará un poco de flujo de efectivo, que podrás destinar para hacer abonos adicionales a las demás y así terminar de pagar más rápido (además de ahorrarte un montón en intereses).

Si estás libre de deudas pero aún no tienes un fondo para emergencias, o no está completo (al menos 3 meses de tus gastos), el aguinaldo puede servir para apuntalarlo. Mucha gente no comprende la importancia que tiene este colchón, pero es una pieza esencial para que un imprevisto no desestabilice tus finanzas y no tengas que endeudarte.

En mi caso particular, durante algunos años usé mi aguinaldo (y cualquier otro ingreso adicional que recibí) para dar pagos anticipados a mi crédito hipotecario. Gracias a eso logré pagar mi casa, en su totalidad, en poco más de cinco años. Así quedé 100% libre de deudas. Eso es lo que un poco de planeación financiera puede lograr.

En la segunda y última parte abordaré la tercera gran forma de utilizar tu aguinaldo que es invertirlo para que puedas lograr tu libertad financiera más rápido. Además daré algunas reflexiones y consejos finales que seguramente te ayudarán en tu planeación financiera.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas tiene una salud financiera delicada. Muchos tienen deudas y no ahorros, ni un fondo para emergencias. El aguinaldo puede ayudar muchísimo a darle la vuelta a esta situación.

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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