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Acabará TEO con las inundaciones
La construcción del Túnel Emisor Oriente (TEO) es para evitar desbordamientos de agua, según advirtió la Conagua, en un recorrido realizado por El Economista.
La inversión de 1,500 millones de pesos que realizará la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y los gobiernos del Estado de México y el Distrito Federal en tecnología de punta para la construcción del Túnel Emisor Oriente (TEO) garantizarán que durante 50 años el Valle de México no sufrirá de inundaciones.
Con maquinaria de última tecnología, la Conagua planea tener listo el TEO para septiembre del 2012, asegura a El Economista, Ariel Flores Robles, subgerente de Uso de Agua de Conagua.
Para ello adquirió seis escudos excavadores -tres alemanes y tres estadounidenses con un valor promedio de entre 200 y 250 millones de pesos cada uno- con los cuales realizarán la excavación horizontal del túnel de 62 kilómetros.
Las empresas fabricantes de los escudos son la alemana Herrenknecht y la estadounidense Robbins, y trabajarán en seis frentes de trabajo, cada una excavará en promedio 10 kilómetros hasta completar el túnel que iniciará en los límites de la delegación Gustavo A. Madero y el municipio de Nezahualcóyotl, para desembocar en Atotonilco, en Hidalgo.
La respiración del drenaje
Para la construcción de las lumbreras -túneles verticales de respiración del drenaje-, la Conagua utilizará la hidrofresa, máquina que permite construir en dos meses un túnel vertical de hasta 125 metros de profundidad a una velocidad de 2.28 metros por hora.
Su costo fue de 120 millones de pesos y es de origen alemán, perforará cuatro de las 24 lumbreras que constituyen el TEO.
Esta máquina requiere de una planta de lodos bentoníticos -mismos que son fabricados con una arcilla de nombre betonita-, los cuales son lanzados a las paredes del túnel a la par que la hidrofresa excava para evitar el colapso del mismo.
Capacidad rebasada
Actualmente, la capacidad de desagüe del Emisor Central está rebasada principalmente por el hundimiento del canal. Lo que ha derivado en las inundaciones de las últimas semanas, expone Flores Robles.
La generación de aguas residuales en el Valle de México es de 300 metros cúbicos por segundo, no obstante el Emisor Central tiene sólo 120 metros cúbicos por segundo de capacidad de desalojo, explica el ingeniero encargado de la obra.
De ahí que el TEO ayudará a incrementar la capacidad, y así evitar el colapso del sistema de drenaje de la zona metropolitana, pues tiene una capacidad de desalojo de 150 metros cúbicos por segundo, y funcionará de manera alternada al Emisor Central.
Agua limpia al Mezquital
Otro de los beneficios que traerá el Emisor Oriente será la planta de tratamiento Atotonilco de Tula, en Hidalgo, clasificada como la más grande del país. En ella se tratará 60% del agua residual del Valle de México, esto es 23 metros cúbicos por segundo.
Con ello los campesinos del Valle del Mezquital podrán regar sus cultivos con aguas limpias y no directamente con las residuales, mismas que provocan enfermedades en la piel a los 700,000 habitantes de la zona.
Ariel Flores detalla que los campesinos podrán cambiar la siembra de maíz y otros vegetales con tallo a hortalizas -hasta ahora restringidas- como papa, zanahoria o calabaza, lo que les permitirá reconvertir la producción de hasta 95,000 hectáreas a cultivos más redituables.
La idea es que ya no circule agua negra por los campos, y así evitar que la gente tenga contacto con el agua residual , asevera. El agua tratada de esta planta tendrá dos destinos, el Canal Salto Tlamaco para riego agrícola y el Río El Salto del que se derivan canales de riego de la zona.
Dentro del territorio mexicano, Monterrey trata el total de sus aguas, mientras que Guadalajara, Puebla y Morelia realizan la construcción de plantas de tratamiento. En el DF se trata sólo 6% del total de las aguas negras.
lpadilla@eleconomista.com.mx