Lectura 3:00 min
Buscan invalidar y repetir elección
López Obrador finalmente confirmó ayer que la estrategia contra los resultados electorales adelantó que la semana siguiente darán detalles del Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y la Dignidad, aunque adelantó que actuarán por la vía pacífica.
El candidato de la coalición Movimiento Progresista a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, demandó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declarar la invalidez de la elección presidencial y convocar a nuevos comicios.
El sesgo que significó la compra y manipulación de millones de votos no permite dar certeza a ningún resultado ni al proceso electoral en su conjunto .
En el terreno estrictamente legal, afirmó el candidato de la izquierda, se violó el Artículo 41 de la Constitución, que establece que las elecciones deben de ser libres y auténticas.
Y convocó a todos los mexicanos a no permitir que se viole impunemente la Constitución y se cancele, en los hechos, la vía democrática.
Proceder de otra manera sería renunciar a nuestros derechos fundamentales y admitir la antidemocracia como forma de vida y como sistema de gobierno .
En conferencia de prensa, acompañado por Ricardo Monreal Ávila, su coordinador de campaña, y los presidentes nacionales del PRD, PT y MC, Jesús Zambrano, Alberto Anaya y Luis Walton, respectivamente, así como de Arturo Núñez, gobernador electo de Tabasco, y de Jaime Cárdenas, su representante ante el IFE, López Obrador informó que el próximo miércoles dará detalles del Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México.
De entrada, anticipó que todas las acciones a las que convoque se harán en estricto apego a los derechos ciudadanos que consagra la Constitución.
En especial, reitero que siempre actuaremos por la vía pacífica. No daremos ningún pretexto para que los violentos nos acusen de violentos. No aceptemos que la corrupción domine por entero la vida nacional. Luchemos por el renacimiento moral de México , completó el perredista tras hacer una relatoría de las irregularidades en que, desde su perspectiva, incurrió su adversario del PRI, Enrique Peña Nieto.
A decir suyo, la minoría que domina en el país decidió, de tiempo atrás, para mantener el régimen de corrupción que les beneficia, imponer a Peña Nieto como Presidente de México.
López Obrador estableció que lo más perverso e ilegal de la estrategia priísta fue reclutar y alinear a los gobernadores del PRI para que se ocuparan de obtener votos a como diera lugar, sin escrúpulos morales.
Y puso como ejemplo el caso del gobernador mexiquense Eruviel Ávila, quien, aseguró el perredista, se comprometió a conseguir 2 millones 900,000 votos, cifra que fue la que obtuvo Peña Nieto en aquella entidad.
El perredista consideró que de haberse tratado de elecciones libres, la mayoría de ciudadanos no habría votado por el priísta mexiquense y que la prueba de sus dichos consiste en que en las 902 casillas especiales que se instalaron en todo el país, donde sí se sufragó de manera libre, el resultado fue contrario al obtenido en donde votó la gente más pobre, que fue donde supuestamente ganó el PRI.
En las casillas especiales, precisó, el resultado de la elección fue el siguiente: Por mi candidatura 41% ; por Josefina Vázquez Mota, 27.8%; por Enrique Peña Nieto, 28.1%; por Gabriel Quadri, 1.6%; por candidatos no registrados, 0.2%, y por votos nulos 1.2 por ciento.
En este tipo de casillas Peña sólo gana en cuatro estados, de las 32 entidades de la República , finalizó.
rramos@eleconomista.com.mx