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Caída de Los Templarios no garantiza fin de violencia
La captura de Gómez es, desde todo punto de vista, el fin de Los Caballeros Templarios , destaca el codirector de InSight Crime.
Para México, la captura del líder de Los Caballeros Templarios¸ Fernando Gómez, conocido como La Tuta, debería ser motivo de celebración; sin embargo, el codirector de la fundación InSight Crime, Steven Dudley, advierte que el gobierno debe reconsiderar el significado de la capturas de peces gordos en estados turbulentos como Michoacán.
Dudley menciona en un análisis que la captura de La Tuta en la capital michoacana, la madrugada del 27 de febrero, pone punto final a una larga persecución sin cuartel, que se extendió por casi dos años, y en la que participaron miles de agentes de las fuerzas de seguridad, incluyendo la recién conformada Gendarmería.
La captura de Gómez es, desde todo punto de vista, el fin de Los Caballeros Templarios , destaca el codirector de InSight Crime.
Sin embargo, a pesar de la estrepitosa caída de Los Templarios, la violencia continúa en aumento en Michoacán. Ello, en primer lugar, porque es posible que esta célula criminal hubiera ejercido control sobre la delincuencia común en el estado.
En segunda instancia, la caída de Los Caballeros Templarios puede haber creado un vacío de poder. Dudley expone que otros grupos criminales, en particular el Cártel de Jalisco Nueva Generación, han estado buscando aprovechar las ventajas de este territorio desde hace años, y hay buenas razones para creer que el formaban organizaciones de autodefensa para lograr este objetivo.
A su vez, ni los grupos de autodefensa ni sus contrapartes en el gobierno han enfrentado realmente el principal motor de la economía criminal en la región: las drogas ilegales.
Asimismo, el gobierno mexicano no ha implementado reformas institucionales en Michoacán. Aunque un mayor número de tropas más especializadas (por ejemplo, la Gendarmería) realizan más arrestos, esto no necesariamente crea más estabilidad.
La policía local, que debe estar a la vanguardia en la lucha contra el crimen organizado, todavía debe ser reconstruida, y el sistema judicial tiene que fortalecerse , aseguró Dudley, y sugiere que de lo contrario, sea que se llamen Caballeros Templarios o grupos de autodefensa, éstos van a aprovechar los enormes vacíos del sistema judicial mexicano y seguirán afectando a los más vulnerables.
El showman del crimen
Por su parte, el investigador Michael Lohmuller mencionó en InSight Crime que La Tuta se hizo famoso gracias a su amplia y pomposa dependencia a las grabaciones de vídeo; una conducta que lo diferenciaba de los demás líderes de los cárteles y que le ganó una descarada reputación como el showman del crimen.
El especialista en temas de seguridad observa que en varias grabaciones de audio y video, a Fernando Gómez le gustaba proyectar una imagen desafiante, pero altruista.
Explica que también demostró tener la habilidad de usar estas grabaciones como una ventaja frente a sus rivales y las figuras políticas del país.
La publicación de varias filmaciones de sus reuniones con diversas personalidades de Michoacán llevó a la detención y el encarcelamiento de prominentes políticos locales, agregó Lohmuller.