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Continúa éxodo migrante hacia la CDMX
La promesa incumplida del gobernador de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, de facilitar autobuses para transportar a los migrantes, continúa sintiéndose en una Caravana dividida, más vulnerable a los peligros que enfrentan en el camino.
Puebla, Pue. “Cálmese mama, todos se van a ir”, “Hey, por favor, ordenadamente, dejen entrar a mi esposa”, “primero mujeres y niños”, expresiones que se escuchan entre ligeros jaloneos para abordar uno de los dos autobuses que esta mañana salió de Puebla hacia la Ciudad de México transportando a integrantes de la Caravana Migrante.
Son las seis de la mañana en la esquina de la 45 Norte y 2 Poniente, en las inmediaciones de la iglesia Nuestra Señora de la Ascensión, y los centroamericanos siguen poniéndose de acuerdo para decidir quiénes suben a los “buses”. La prioridad es para mujeres y niños.
Desde las 5 de la mañana el resto del éxodo, albergados en la iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, el albergue de la Aurora y el Polideportivo Xonaca, alrededor de 1,200 personas, comenzaron a reunirse en San Felipe Hueyotlipan, desde donde en “aventón” o a pie, buscarán llegar a la Ciudad de México.
Todavía a las 2 de la mañana de hoy un grupo de 30 migrantes llegó a Nuestra Señora de la Ascensión. Del sábado a la fecha arribaron cerca de 1,800 personas, cuenta el padre Gustavo Rodríguez Zárate, coordinador de la Pastoral Migrante, a las que atendieron en distintos puntos de la ciudad.
Para las 15 horas se prevé la salida de los últimos 400 centroamericanos, quienes en cuatro plataformas serán transportados a la Ciudad de México, directo a la Ciudad Deportiva donde se acondicionó el estado “Palillo” para recibir a 5,000 personas.
La promesa incumplida del gobernador de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, de facilitar autobuses para transportar a los migrantes, continúa sintiéndose en una Caravana dividida, más vulnerable a los peligros que enfrentan en el camino.
“Eso fue lo que más los golpeó. Se sintieron humillados, ninguneados, usados. Fue peor que el cansancio físico y fue dos veces: la promesa en Sayula de Alemán y la de Córdoba donde ya estaban listos los autobuses y nada”, lamenta el sacerdote.
Rodríguez Zárate, cuenta que tras más de 20 días de haber emprendido el viaje desde sus países, los integrantes del éxodo centroamericano van pagando la factura por realizar una travesía en las peores condiciones. A lo físico se suma lo psicológico que afecta principalmente a los niños.
“Los cambios de clima, el dormir en espacios libres les provocó muchas enfermedades respiratorias y eso les afecta en que les cuesta más trabajo caminar, hay infecciones intestinales, los embarazos y sobre todo los niños tienen un shock muy fuerte, diario, no son niños normales que puedan estar jugando”, explica.
Sin embargo no todo es negativo en el balance del sacerdote. La Caravana deja dos cosas: la admiración a los migrantes por su capacidad para ponerse de pie y la reacción de la gente. “Los que apoyaron no son las instituciones son la familias de las comunidades, fueron las que se volcaron a apoyar”.
Casi a estas mismas horas en Córdoba, Veracruz, el resto de los migrantes emprendía el viaje. Aquí también les lanzaron una falsa promesa de facilitar la travesía en autobuses. Ayer por la noche decidieron ir directo a la Ciudad de México sin escalas. Un viaje de 300 kilómetros, la mayoría cuesta arriba que tratarán sea de “aventón” y en menor medida a pie.