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Covid agravó desigualdades hacia las mujeres
Casi 70% de las mujeres con un empleo lo tienen en la informalidad, por lo que los cierres por cuarentena las afectarán más.
La pandemia provocada por el coronavirus agravó y visibilizó aún más las desigualdades de las que son víctimas desde hace tiempo las mujeres mexicanas, además de que las medidas adoptadas por el gobierno durante la cuarentena tampoco estuvieron diseñadas para abordar las situaciones de violencia que padecen, coincidieron activistas y expertas en temas de género.
Durante el seminario en línea titulado: “Pandemia y cuestiones de género”, organizado por la ONU-DH y la Academia IDH, Jorgelina Montero, integrante del ministerio de justicia de Derechos Humanos de la Nación de Argentina, consideró que fue evidente que el confinamiento afectó los derechos humanos de las mujeres.
Principalmente, dijo, porque las acciones aplicadas por el gobierno no estuvieron diseñadas para abordar las situaciones que viven las mujeres por violencia de género, como tampoco pensadas para contener las situaciones de vulnerabilidad de las que son víctimas niñas y niños, adultos mayores o personas con discapacidad.
Aunado a que la reacción estatal es androcéntrica, es decir, las acciones gubernamentales son pensadas para un sujeto universal de derechos, que se visibiliza como un hombre, heterosexual, padre de familia, propietario, blanco, mayor de edad, en etapa productiva y en específico durante esta pandemia, se le agregan dos características más: un hombre con trabajo estable y acceso a redes de telecomunicaciones.
“Todas aquellas personas que no cumplen con los requisitos de política universal, con que fue pensada esta política inicialmente, quedan de alguna forma desprotegidas”, agregó Jorgelina Montero.
Por lo tanto, advirtió que las acciones enfocadas a las mujeres no solamente implican identificar y erradicar la violencia de género, sino también identificar y erradicar las violencias estructurales.
Por su parte, Andrea García, consultora externa en temas laborales para la Organización Internacional del Trabajo y Oxfam, explicó que en México 70% de las mujeres que tienen un empleo lo hacen en la economía informal, y serán ellas las principalmente afectadas por las medidas de cierres temporales de empresas.
Sin embargo, añadió, actualmente hay miles de mujeres que siguen trabajando sin condiciones sanitarias necesarias y exponiendo su salud y la integridad de su familia, en específico en el sector salud ya que, dijo, 39% del personal general de salud son mujeres y son quienes también están en la primera línea de atención del Covid-19.
Maissa Hubert, integrante de EQUIS justicia para las mujeres, expresó que en el caso de aquellas que están en conflicto con la ley, la pandemia vino a visibilizar las situaciones de desigualdades que ya existían desde hace mucho tiempo y las está agravando.
“El sistema de justicia en México usa la cárcel como un mecanismo de respuesta, de prevención, para reparar daños e incluso para proteger. La cárcel se vuelve el sinónimo de justicia y se utiliza para absolutamente todo”.
Agregó que el sistema penitenciario está construido por y para hombres, bajo el argumento de que las mujeres representan sólo 5% de la población privada de libertad. “Por esa razón están invisibilizando sus necesidades y no se crean espacios propios para atender a las mujeres”.