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Cruz Roja documenta 95 casos de agresiones contra servicios de salud de México en 2020
El CICR indicó que fue testigo de cómo en contextos de pandemia, la falta de información, la incertidumbre y el miedo son caldo de cultivo para que el personal sanitario sea blanco de amenazas y ataques, lo cual “pone bajo una enorme presión y estrés a los sistemas de salud y a las comunidades vulnerables que ven obstaculizado el acceso a los servicios médicos debido a la violencia armada”.
Aunado a que la situación de la violencia en México sigue siendo muy compleja, desde hace un año el personal de salud que trabaja en la primera línea de atención a pacientes con Covid-19 han vivido episodios asociados a la violencia que han puesto en riesgo su integridad física y la de sus familias.
Al presentar su Balance Humanitario 2021, la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central, dio a conocer que durante 2020 lograron documentar un aumento en las agresiones en contra de los servicios de salud, ello al registrarse cerca de 95 casos, de los cuales 21 ocurrieron en un contexto de violencia o crisis ajenos a la pandemia.
El CICR indicó que fue testigo de cómo en contextos de pandemia, la falta de información, la incertidumbre y el miedo son caldo de cultivo para que el personal sanitario sea blanco de amenazas y ataques, lo cual “pone bajo una enorme presión y estrés a los sistemas de salud y a las comunidades vulnerables que ven obstaculizado el acceso a los servicios médicos debido a la violencia armada”.
Se dijo que la delegación regional del CICR para México y América Central registró incluso el ingreso armado a instalaciones de salud para ejecutar a una persona, siendo la afectación más frecuente, además del cierre de centros médicos comunitarios como el principal impacto en cuanto acceso a servicios.
Asimismo, documentaron el homicidio de un médico; heridas a siete miembros del personal de salud; dos ataques directos a voluntarios o instalaciones de la Cruz Roja Mexicana; once ingresos armados a instalaciones de salud y una amenaza masiva al personal de salud.
“Tan solo basta revisar que, en los últimos años, doce centros de salud en Guerrero se vieron obligados a cerrar debido a la violencia y, en Chihuahua, se registraron cierres intermitentes de instalaciones sanitarias”, plasma el documento.
En tanto, detallaron que de los 74 casos restantes documentados durante el año pasado se relacionaron directamente con la pandemia, entre ellos se tiene registro de la afectación a 117 trabajadores de la salud: 79 enfermeras, 35 médicos y tres voluntarios de la Cruz Roja Mexicana, así como cinco hospitales y cuatro ambulancias fueron blanco de agresiones.
“Las consecuencias de estas acciones, aunque en algunos casos fueron aisladas, son: afectaciones físicas y psicológicas, estigmatización al personal de salud y barreras para la prestación del servicio a determinados grupos o comunidades”, advirtió la organización humanitaria.
Los retos regionales
Al presentar el informe, Jordi Raich, jefe de la Delegación Regional del CICR para México y América Central, destacó que uno de los retos más urgentes a nivel regional y mundial es atajar la pandemia que amplía las desigualdades y acentúa las consecuencias de la violencia.
“Las vacunas llegaron. De nosotros depende si nos salvan a todos, porque nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo”.
Además, reconoció que acabar “con la otra epidemia”, la de la violencia, impone un reto mucho más complicado y demanda acciones urgentes en el corto plazo y sostenidas a lo largo del tiempo, ello tras mostrar su preocupación por que las consecuencias visibles e invisibles asociadas de la violencia, como homicidios, desapariciones, el desplazamiento interno, las restricciones al movimiento, la extorsión, la dificultad de acceso a servicios básicos como la salud y las afectaciones a la salud mental y física; persisten en toda la región.
El informe que plantea los principales retos humanitarios en México y América Central, añade que gracias a la acción coordinada con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en la región, el CICR llevó a cabo en la región 89 visitas a 39 lugares de detención, incluyendo Estaciones Migratorias, beneficiando a más de 40,000 personas privadas de la libertad; facilitó el restablecimiento o el mantenimiento del contacto entre familiares con llamadas gratuitas a más de 66,000 personas y facilitó la rehabilitación física, a través de órtesis terapias, de más de 1,227 personas (migrantes y víctimas de violencia).
Asimismo, acompañó a 104 colectivos de familiares de personas desaparecidas en su búsqueda en México y América Central; contribuyó —junto con las Sociedades Nacionales— a la localización con vida de 192 personas que desaparecieron especialmente en contextos de migración, desastre o violencia; brindó 31,888 asistencias médicas a población migrante a través de 12 puntos de asistencia operados por las Sociedades Nacionales de México, Honduras y Guatemala.