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El Rey Zambada afirma haber dado dinero para campañas
Se prevé que este miércoles se den los alegatos finales sobre el juicio de García Luna, acusado de trasiego de drogas y mentir a agentes de migración de EU.
“No soy una grabadora”, dijo molesto este martes en Nueva York el testigo estrella de la Fiscalía, el exnarcotraficante Jesús Rey Zambada, en el juicio al exsecretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna, al ser presionado por la defensa que le interrogó sobre un pago de 7 millones de dólares para la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador.
“¿Pagó a López Obrador 7 millones de dólares?”, le preguntó César de Castro, citando informes de reuniones que había mantenido con la fiscalía desde que fue extraditado a Estados Unidos en 2012.
“No recuerdo”, contestó el testigo antes de que Castro le insistiera que “dijo que le había pagado a través de Gabriel Regino (entonces secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal) en su campaña contra (Vicente) Fox”, dijo el abogado, que podría haberse confundido con Felipe Calderón.
“Recuerdo haber pagado dinero para la campaña, pero no a López Obrador”, indicó el testigo, que tras la insistencia del abogado aseguró "que no recordaba haberlo dicho. “No pude haberlo dicho porque no es verdad”, zanjó.
La defensa logró sacar de sus casillas al testigo en varias ocasiones en sus intentos de subrayar las contradicciones o la falta de memoria —“la memoria es cambiante” le llegó a decir el Rey— para recordar confesiones a los investigadores en las cerca de 120 reuniones que ha mantenido desde que llegó al país.
“¿Hay duda de que pagó sobornos a García Luna?”, preguntó la fiscalía. “Claro que no, estoy seguro”, respondió Zambada, que en sus declaraciones a los investigadores habría dado otras versiones, según la defensa.
¿Patrimonio oculto?
Tras la decisión de García Luna de no subir al estrado como barajó la semana pasada la defensa, fue su esposa Cristina Pereyra, quien desgranó la adquisición de los bienes inmobiliarios —una casa en el DF y otra “familiar” en Morelos (...) y dos restaurantes, uno de ellos compartido con una amiga, desde que se casó con el acusado en 1995 y hasta que se fueron a vivir a Estados Unidos a fines de 2012.
Al ser interrogada por la fiscal Erin Reid, Pereyra, antigua agente de inteligencia, cayó en contradicciones sobre las fechas y los beneficios de sus negocios, que a menudo no coincidían con las declaraciones conjuntas de patrimonio que presentaba su marido.