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El sismo y el actuar de los presidenciables
Lorenzo Meyer, profesor emérito de El Colegio de México, explicó que a los cuatro aspirantes presidenciales del PRI mencionados “ya se les vino el tiempo encima”, y que “ninguno” ha destacado en la atención de la emergencia.
La emergencia ocasionada por los sismos de septiembre, más que afectar a los aspirantes presidenciales del PRI en razón de los tiempos para renunciar al cargo y poder contender por la candidatura rumbo al 2018, les perjudica porque la sociedad estima que el gobierno federal no está haciendo bien las cosas para atender a los damnificados, estableció el historiador Lorenzo Meyer.
Para el experto José Fernández Santillán, resulta “absurdo” que Aurelio Nuño Mayer, José Antonio Meade Kuribreña, Miguel Ángel Osorio Chong y José Narro Robles, secretarios de Educación, Hacienda, Gobernación y Salud, respectivamente, y a quienes se menciona como aspirantes a la candidatura presidencial del tricolor, no se puedan separar de sus funciones por su responsabilidad en la atención de la tragedia.
Después de las próximas tres semanas, una vez canalizado todo el tema de la reconstrucción por la vía institucional, consideró Santillán, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey (ITESM), los cuatro funcionarios ya podrían dejar el cargo.
Desde su punto de vista, Meade Kuribreña es quien ha mostrado “más presencia, más visibilidad y más empaque” para enfrentar el desastre y la tragedia recientes.
Consultado sobre si no vería mal que el titular de Hacienda dejara el cargo en la fase de la reconstrucción para ir en busca de la candidatura presidencial del PRI, dijo que no.
“Al contrario, porque si ha demostrado capacidad sería el más indicado (para ser candidato). Además, no está peleado, reñido, seguir como candidato y como consejero incluso, o como una referencia fundamental de la política hacendaria. No habría ruptura, porque así son los gobiernos. Los gobiernos son de los partidos políticos y los partidos políticos establecen políticas públicas de continuidad, no de ruptura, entre las personas o los funcionarios”.
A decir suyo, no es una falta de responsabilidad dejar el cargo. “La capacidad está en demostrar a la ciudadanía que tienes los argumentos para continuar en el poder. Por el contrario, de ser un obstáculo, tener responsabilidad en la emergencia puede ser una plataforma de despegue”.
Lorenzo Meyer, profesor emérito de El Colegio de México, explicó que a los cuatro aspirantes presidenciales del PRI mencionados “ya se les vino el tiempo encima”, y que “ninguno” ha destacado en la atención de la emergencia.
“Es una clase política donde destaca la ausencia de liderazgo y el exceso de burócratas. Funcionan más o menos porque hacen carrera burocrática pero no por sus cualidades personales, que ahorita deberían brillar. En los momentos excepcionales es cuando las cualidades notables salen. Pues no han salido. De ninguno”.
Teóricamente, convino, los integrantes del gabinete con aspiraciones presidenciales podrían emplear el cargo como plataforma de arranque, pero que en la medida en que el responsable de toda la acción gubernamental está identificado con el PRI y sus resultados tras la emergencia son ambiguos, intentar hacerlo “más bien les afecta”.
“Es muy ambigua la posición del ciudadano promedio con relación al gobierno. Sí se reconoce que estuvo y está y estará presente —no tiene alternativa, tiene que estar presente en esto—, pero hay una actitud también de crítica, de que no se está haciendo bien y lo suficiente”.
Dijo no ver que pueda ser usado de manera significativa el sismo para apuntalar a un candidato priista.
“Yo no veo muchas posibilidades de sacar del sismo un héroe, un estadista, un líder, una gente que brille. En los momentos en donde se rompen las rutinas y surgen condiciones, en que se necesita un personaje excepcional, no veo a ninguno de ellos.
—¿Entonces, llegados los tiempos internos del PRI, los miembros del gabinete con aspiraciones presidenciales se pueden ir?
—Sí.
rramos@eleconomista.com.mx