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En México, el hampa financia a candidatos
Más de 80% del dinero que se usa en campañas es de origen ilícito, asegura el investigador de la Universidad de Columbia.
La delincuencia organizada coloca a sus miembros como operadores en los diferentes partidos políticos en México, advirtió Edgardo Buscaglia, del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia AC.
El investigador de la Universidad de Columbia expresó que, de acuerdo con estimaciones, más de 80% de los dineros que usan los candidatos son fondos ilícitos en el país .
En una conferencia de agrupaciones que realizarán observación electoral este domingo, indicó que para denunciar este tipo de hechos es necesario un sistema de protección a la sociedad civil inexistente en el país, pues no hay una ley que regule la protección del testigo en casos de corrupción.
Las fusiones de la delincuencia organizada y corrupción política son la madre y padre de la delincuencia organizada, tal y como se manifiesta con violencia hoy en día en México , alertó el politólogo.
En consecuencia, sugirió, al atacar a la corrupción electoral se combate al corazón mismo de la delincuencia organizada. A partir de ahí, podría haber un efecto catarata y golpear a otro tipo de actividades criminales, como secuestro o tráfico de personas.
En Veracruz, los Zetas no están solos, advierte
A días de las elecciones locales, Buscaglia explicó el caso particular de Veracruz, donde grupos delincuenciales como los Zetas, el Cártel Jalisco Nueva Generación y los Ántrax trabajan con los partidos para intentar coaccionar a candidatos mafiosos.
Ésta es la premisa, argumentó, parte de la experiencia internacional de países como Colombia, Argentina, Brasil o Italia, que ha sufrido embestidas del crimen organizado.
Ante este panorama, el especialista sugirió dotar a la sociedad civil de la capacidad de auditar las vinculaciones patrimoniales, con la seguridad que ello implica.
En paralelo, criticó que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) no reacciona de manera ideal, pues de manera premeditada su presupuesto está en niveles muy bajos para que sea incapaz de actuar de manera adecuada y con ello romper con la complicidad y corrupción política.