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En el DF, la Cruzada no arranca
La cruzada Nacional contra el Hambre enfrenta la primera traba para su aplicación. Fue precisamente en el DF, cuyo gobernante dio por primera vez un no al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y pospone el arranque de este programa.
La cruzada Nacional contra el Hambre enfrenta la primera traba para su aplicación. Fue precisamente en el DF, cuyo gobernante dio por primera vez un no al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y pospone el arranque de este programa.
El jefe del gobierno, Miguel Ángel Mancera, informó que en el DF no habrá cruzada contra el hambre hasta que no haya un acuerdo con el gobierno federal y las cuatro delegaciones en las que pretenden aplicar el programa federal.
En la agenda preliminar del presidente Peña se tenía previsto que ayer se realizaría un evento conjunto con el GDF en la Central de Abastos; sin embargo, éste no se realizó y a cambio se vieron posturas de perredistas en contra de la aplicación de la Cruzada.
En este contexto, Mancera declaró ayer que, sin un acuerdo con los cuatro delegados perredistas (dos bejaranistas y dos del grupo de Marcelo Ebrard), no inicia dicho programa federal.
El Mandatario capitalino informó ayer que se reunió con la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) federal, Rosario Robles, cabeza de dicho programa, a quien le planteó necesidad de que los delegados participen en la definición de cómo operará el programa en sus territorios.
Adelantó que el lunes acompañará a Jesús Valencia, Maricela Contreras, Leonel Luna y Nora Arias, delegados de Iztapalapa, Tlalpan, Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero, respectivamente, demarcaciones elegidas para aplicar la Cruzada, a un encuentro con Robles para abordar el tema. Hasta que todos estemos en ese consenso, podremos tener ya una operación propiamente de este tema , agregó Mancera.
También dio a conocer que la Sedesol iniciará una labor informativa por las diferentes zonas elegidas.
LA SUSPICACIA DE LOS DELEGADOS
El delegado de Iztapalapa, Jesús Valencia, ha planteado se destine 1% del presupuesto de la Cruzada a propuestas encaminadas a solucionar la falta de agua, cuya escasez es el principal problema de la delegación.
Diputados federales, locales y senadores perredistas han pedido a la exjefa del GDF aclarar las reglas de operación para evitar tintes electorales.
Los cuatro delegados han manifestado su preocupación por la falta de reglas en la operación y coordinación de este programa, asimismo indican que se corre el riesgo de duplicar los apoyos con los programas sociales que existen en las zonas.
VIEJAS DIFERENCIAS
Dos de los cuatros delegados inconformes, Maricela Contreras (Tlalpan) y Leonel Luna (de Álvaro Obregón), son del grupo de René Bejarano y, por tanto, dichas delegaciones -donde se aplicaría la Cruzada- también son sus territorio, adonde ahora entraría su acérrima enemiga, Rosario Robles.
Bejarano y Robles fueron los protagonistas principales en el 2004 de los video escándalos en los que se veía al entonces líder del PRD en la Asamblea Legislativa recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada, expareja sentimental de Rosario Robles, para favorecerle en la adquisición de contratos y licitaciones.
Ha trascendido que Bejarano ya se reunió con el presidente Peña para que la intermediaria del GDF y la Presidencia en el tema no sea Robles. Al consultar al equipo bejaranista, dijeron que no tenían información al respecto pero no desmintieron la reunión.
veronica.macias@eleconomista.mx