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“He pasado por la carrera judicial a base de esfuerzo”
Desde hace año y medio es juez, cargo que ganó por concurso de oposición, y sólo está a la espera de su adscripción.
Entrevista a Guadalupe Ramos, juez federal
Desde hace año y medio es juez, cargo que ganó por concurso de oposición, y sólo está a la espera de su adscripción.
Guadalupe Ramos Cervantes, de 44 años de edad, trabaja en el Poder Judicial de la Federación (PJF) desde 2017; aseguró que la reforma constitucional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador de elegir por voto popular a ministros, magistrados y jueces terminará con su ilusión de ser juzgador sin deber “nada a nadie”.
Explicó que para él “no es oportunidad, en absoluto”, si se aprueba la reforma en ciernes por la nueva LXVI Legislatura del Congreso de la Unión, en septiembre próximo, tener la posibilidad de postularse, contender y ser electo por los ciudadanos para ocupar el cargo por el que hoy sólo espera ser adscrito, porque ya es juez tras haber aprobado todos los exámenes correspondientes y ser seleccionado entre más de 1,000 competidores.
“Estoy pendiente de adscripción a juez. He pasado por la carrera judicial a base de esfuerzo”, detalló, por lo que si pasa la reforma “el riesgo de perder mi empleo es grande”, como sucederá con el grueso de los trabajadores del Poder Judicial, la mayoría sindicalizados como él.
En entrevista con El Economista, el secretario instructor del Primer Tribunal Federal de Asuntos Individuales en Michoacán comentó, vía telefónica, que la enmienda a la Constitución propuesta “afectará a todos”, trabajadores y sociedad en general porque terminará con la “independencia y autonomía judicial”.
“Afectará a los ya adscritos, no adscritos como yo, a todo el personal que ingresamos con la ilusión, preparación y esfuerzo para hacer carrera judicial, profesionalizarse para al llegar a ser jueces o magistrados no deber nada a nadie y actuar con imparcialidad que se requiere”.
Compromisos
Quienes lleguen al Poder Judicial por elección popular, auguró, tendrán “compromisos”, como sucede hoy con quienes integran los otros dos Poderes de la Unión, el Ejecutivo y Legislativo.
“Aquí el trabajo es profesional y técnico y si se eligen será muy distinto con personal que no sea de carrera y sin la vocación necesaria”.
“Nuestra desventaja es que no tenemos ningún tipo de relación política con nadie; incluso, esa es una de las cosas que se tienen que cuidar mucho en el Poder Judicial, no tener relaciones políticas. Hasta de amistades se tiene uno que andar cuidando, precisamente para guardar la independencia, imparcialidad y objetividad”.
Pertenece al Poder Judicial desde hace siete años; entró por concurso abierto a un Tribunal Colegiado como oficial judicial.
Fue secretario particular 10 meses, secretario de Tribunal, secretario de Juzgado de Distrito en Querétaro y secretario instructor en la primera etapa de implementación de la reforma en materia laboral en San Luis Potosí durante un año, y en su cargo actual lleva dos.
En noviembre de 2022 concursó por una plaza de juez; para lograrlo tuvo que aprobar un examen de conocimientos con 100 preguntas sobre temas de jurisprudencia, interpretación, argumentación, legislación federal y tratados internacionales; de los más de 1,000 participantes, a la segunda etapa pasaron sólo 90 que elaboraron proyectos de sentencia, y la tercera etapa, que ganó, incluyó un examen ante sínodo.