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Ingreso sin examen, plantea López Obrador
López Obrador se pronunció por cancelar el examen de admisión que realiza el Ceneval para el ingreso de jóvenes al bachillerato, y se pronunció en favor de que continúe el pase automático en la UNAM.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció por cancelar el examen de admisión que realiza el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) para el ingreso de jóvenes al bachillerato, y se pronunció en favor de que continúe el pase automático en la UNAM.
El primer mandatario consideró que todos los jóvenes deben tener el mismo derecho de acceder a la educación, sin importar que no tengan el mismo nivel académico.
¿Usted estaría planteando eliminar el examen de ingreso al bachillerato, que es la puerta de entrada a la UNAM?, se le preguntó durante su conferencia en Palacio Nacional.
“Sí, yo no estoy por los exámenes de admisión, yo pienso que todos tienen que tener la oportunidad de estudiar y que incluso si llegan con rezagos, que haya un periodo de actualización, de mejora educativa para que puedan estudiar; pero no rechazar, no estoy por esa política de rechazo. Es mil veces mejor tener a un joven estudiando que tenerlo en la calle”, respondió López Obrador.
Sin embargo, el presidente no especificó si llevará a cabo alguna acción para cancelar dicho examen.
Consideró que “lo ideal es que todos los que quieran ingresar a la universidad puedan hacerlo y que se supriman los exámenes de admisión, que se garantice el derecho a la educación. La educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo”, añadió.
López Obrador estimó que, en lo que él denomina como “periodo neoliberal”, se utilizó como “pretexto” que los jóvenes no pasaban el examen de admisión y se les rechazaba.
“Fue una mentira, no es que no pasaran el examen de admisión, es que no había espacios porque no había presupuesto en las universidades”, externó el Ejecutivo.
Argumentó que “si solicitaban su ingreso 10,000 (jóvenes) para entrar a (la Facultad de) Medicina, decidían que iban a aceptar 500; aplicaban un examen con 120 preguntas y resolvían que iban a ingresar los que contestaran bien 118. El que contestaba bien 117 preguntas no pasaba. Entonces, no es que reprobara el examen, es que no había espacio”.