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La advertencia del gobierno para el CJNG ha sido ignorada
Las permanentes agresiones del CJNG en México sugieren que el mensaje del gobierno -dirigido a este tipo de células- para que reduzcan la violencia o de lo contrario serán desmantelados, todavía no ha sido captado por muchas organizaciones criminales emergentes de la próxima generación, señaló Patrick Corcoran, de InSight Crime.
Las permanentes agresiones del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México sugieren que el mensaje del gobierno -dirigido a este tipo de células- para que reduzcan la violencia o de lo contrario serán desmantelados, todavía no ha sido captado por muchas organizaciones criminales emergentes de la próxima generación, señaló Patrick Corcoran, de InSight Crime.
En un documento de análisis, Corcoran indica que hace cinco años, el CJNG ni siquiera existía. Ahora es el blanco de una fuerte operación de seguridad federal en Jalisco, pues es considerado uno de los cárteles más violentos del occidente de México. Según por lo menos un análisis, se ha convertido en la organización de narcotraficantes más peligrosa en el país.
Aunque este último punto es debatible, afirma, no hay duda de que el grupo ha crecido rápidamente desde que surgió de las brasas de la organización controlada por el ex jefe del Cártel de Sinaloa, Ignacio Coronel. Ha sido una organización abiertamente agresiva desde el principio, cuando anunció su existencia con videos en los que amenazaba a sus rivales locales: inicialmente, La Resistencia y más tarde, Los Caballeros Templarios , refiere el analista.
A su vez, dice que el CJNG logró aprovechar el vacío geográfico que dejaron Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y Los Caballeros Templarios, organizaciones delictivas cuyo liderazgo se vio diezmado por los arrestos y tiroteos con las autoridades nacionales.
El CJNG muestra cierta dicotomía, a decir de InSight Crime. Su bajo perfil, en comparación con los grupos del pasado, considerados como los más peligrosos de México, y su falta de interés en la expansión territorial nacional contrastan con su constante deseo de ejecutar actos de violencia masiva.
En teoría, la persecución de los capos debió haber incentivado un enfoque menos provocador del crimen organizado, pero el proceder del CJNG demuestra que el mensaje implícito que el gobierno intenta enviar a los grupos criminales mediante el derrocamiento constante de sus miembros más violentos no está siendo escuchado, concluye Corcoran.