Migrantes en México, en emergencia humanitaria

La verdadera emergencia humanitaria que sufren las personas migrantes que intentan llegar a Estados Unidos no es exclusiva de los centros de detención y albergues del sur de Texas; sino en toda la ruta migratoria. La actual ola de centroamericanos que deciden dejar su país de origen presionan a los políticos mexicanos a emprender medidas para atender este fenómeno, exhibe la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

En su informe titulado La otra Frontera de México: Seguridad, Migración y la Crisis Humanitaria en la Línea con América Central , WOLA detalla que a través de la frontera entre México y Estados Unidos, en particular en el sur de Texas, las autoridades se han sorprendido por una repentina oleada de inmigrantes procedentes de tres países: El Salvador, Guatemala y Honduras.

En el 2013, por primera vez, más de un tercio de migrantes detenidos por la BP no eran mexicanos. La mayoría de los 153,055 distintos a la nacionalidad mexicana provenían principalmente de América Central. Este número casi se triplicó en dos años; en el 2011 el registro fue de 54,098. En tanto en los primeros ocho meses del año fiscal 2014, que comenzó en octubre del 2013, se han registrado 162,751 aprehensiones de este tipo.

Contrario a lo que se expresa en Washington, la razón de este fenómeno no es un relajamiento de la seguridad fronteriza. Los investigadores de WOLA advierten que la administración del presidente estadounidense Barack Obama poco podría haber hecho para prevenir este flujo. De hecho, el personal de seguridad entre la Unión Americana y los estados nacionales fronterizos se ha duplicado en los últimos ocho años.

En febrero del 2014, investigadores de WOLA realizaron una visita de 12 días a varios puntos de la frontera sur de México con Guatemala. Tras este viaje, observaron que el cruce en el sur del territorio nacional se realiza con una tarjeta de identificación, pasando por encima de una línea invisible. Sin embargo, una vez en el lado mexicano, estos migrantes se enfrentan a una política de seguridad en fronteriza que es difícil de definir: a veces contradictoria y que se implementa de manera desigual, pero claramente endurecida, a menudo con el respaldo de EU .

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación (Segob), tomadas por WOLA, en el 2013 fueron detenidos 86,298 extranjeros, 93% fueron deportados y eran de Honduras (32,800), Guatemala (30,005) o El Salvador (14,427).