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Por pensiones, adultos mayores se ven obligados a salir en plena contingencia
Aunque las personas de la tercera edad requieren especial cuidado por ser un sector vulnerable al coronavirus, el cobro de esta ayuda puede representar su exposición en calles.
“Recuerden mantener la distancia de 1 metro y medio”, grita una mujer que apoya para otorgar la pensión a adultos mayores en el municipio de Atizapán, en el Edomex.
Son las 8:30 de la mañana y decenas de adultos mayores, la mayoría acompañada de algún familiar, se han reunido en el Teatro Zaragoza, lugar donde se les citó para cobrar su apoyo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que este apoyo se adelantaría para que la población pudiera enfrentar los impactos económicos por el Covid-19. Los adultos mayores recibirán 5,240 pesos, los cuales corresponden al pago de los bimestres de marzo y abril, así como mayo y junio.
Algunos de los asistentes se quejaron porque no les es tan fácil trasladarse y no les permitieron mandar a algún familiar solo, porque los trabajadores de gobierno les señalaron que, para mandar a algún auxiliar, es necesario tramitar una solicitud en el Palacio Municipal.
Para la entrega del apoyo, les solicitaron acudir con sus documentos y cubrebocas, ya que esta población es la más vulnerable al coronavirus. En caso de no traerlo, se les otorga uno, además de darles gel antibacterial en diversas ocasiones.
“Que quede claro que esto no es un aumento, es un adelanto de la pensión (...) No salgan ustedes, manden a sus hijos, nietos, algún familiar a que haga la despensa. Quédense en casa”, se escucha que le dicen a los presentes.
Algunos asistentes consideran que la recomendación es irónica, ya que hicieron ir a personas mayores por sus apoyos. El esposo de una de las beneficiadas por el gobierno cuestiona el porqué no se les otorgan mejor tarjetas de débito para evitar que se expongan ante la pandemia que ya cobró la vida de personas en México.
“Estamos tomando las mejores medidas que se pueden”, le contesta uno de los trabajadores. “Es más tardado entregar una tarjeta, se deben firmar varias hojas, subir a un sistema, es mucho tiempo”, argumenta.
El trabajador, un tanto molesto, añade que se busca el bienestar de los ciudadanos.
“Al gobierno lo que le interesa es que cobren. Pero las personas lo toman a mal. Nunca tienes contentas a las personas. Yo no sé qué problema ven en perder un día. Se molestan de una forma como si vinieran a pagar, en vez de recibir dinero. Si a mí me dijeran que cada dos meses me van a dar dinero, pero tengo que ir a perder mediodía, con mucho gusto lo hago”, señala.
En tanto, los adultos mayores siguen sentados, esperando a que el banco llegue para pagar los apoyos, ya que hubo un retraso. Son las 10:30 de la mañana y empiezan a salir las primeras personas con su dinero, aunque ya están formados aquellos beneficiarios que citaron, en otra tanda, a las 10 de la mañana.