Lectura 2:00 min
Problemas de penales eran conocidos
El centro de investigación México Evalúa indica que la segunda fuga de Guzmán Loera es muestra de la debilidad institucional; además, evidencia el déficit de calidad en las instituciones encargadas de la impartición de justicia en México.
El centro de investigación México Evalúa indica que la segunda fuga de Guzmán Loera es muestra de la debilidad institucional; además, evidencia el déficit de calidad en las instituciones encargadas de la impartición de justicia en México.
Este instituto destaca que los problemas que padece el sistema carcelario no eran desconocidos y aunque en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2013, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) valoró con calificación de 10 la capacitación del personal del Cefereso el Altiplano, en donde se registró la fuga, también advirtió de debilidades que debieron resarcirse: el personal de seguridad y custodia era a todas luces insuficiente y tuvo una calificación de 0.
De acuerdo con el estudio La Cárcel en México: ¿para qué? del 2012 por México Evalúa, en el país se ha abusado de la prisión como castigo.
La investigación concluye que lejos de ser una pena sólo para aquellos individuos que presentan una amenaza potencial a la sociedad, las cárceles se han convertido en la salida fácil de las autoridades para lidiar con las violaciones a la ley, sin importar su tipo o carácter.
El documento recoge que en México, 96.4% de las personas con una sentencia condenatoria están en la cárcel, el restante 3.6% se le sancionó con un pago de reparación del daño y 41.3 % de los presos espera sentencia.
Las condenas que se cumplen corresponden a delitos menores, así que lejos de combatir la inseguridad, la cárcel tiene el efecto contrario, pues un individuo encerrado por un robo menor, cuando salga tendrá dificultades para encontrar trabajo.