Buscar
Política

Lectura 5:00 min

¿Qué se espera de la COP27?

Asegurar el cumplimiento de aportar 100,000 millones de dólares para la acción climática de países en desarrollo; aumentar los compromisos nacionales para lograr disminuir el calentamiento global, ampliar apoyos para adaptación y que los compromisos se conviertan en acciones, es lo mínimo que se espera de la conferencia climática de la ONU.

La COP27 se llevará acabo en Sharm el-Sheij, Egipto. Foto: Reuters

Asegurar que se cumplirá la promesa de financiamiento climático de 100,000 millones de dólares para naciones en vías de desarrollo y avanzar en nuevos compromisos; crear un mecanismo de financiamiento para atender las pérdidas y daños ocasionados por el cambio climático; fortalecer los objetivos nacionales de reducción de emisiones y lograr que los compromisos nacionales se conviertan en acciones concretas, son algunos de los pendientes con los que llega la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que inicia este domingo en Sharm el-Sheij, Egipto.

Financiamiento climático

En un análisis el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) explica que en 2009, los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100,000 millones de dólares por año a los países en desarrollo para apoyar su acción climática.

Sin embargo, los informes muestran consistentemente que los países desarrollados no alcanzan el objetivo. Por ejemplo, una evaluación reciente de la OCDE encontró que los países desarrollados sólo movilizaron 83,300 millones de dólares en financiamiento climático en 2020.

Por ello WRI señala que se espera que se publique una actualización del Plan de Entrega antes de la COP27 y también arrojará luz sobre el progreso en el compromiso de duplicar el financiamiento para la adaptación para 2025.

Además señala que los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) también podrían hacer más con su estructura de capital actual, como se exige en el Pacto de Glasgow y, más recientemente, a través de la Revisión independiente de los marcos de adecuación de capital de los bancos multilaterales de desarrollo (iniciada por el G20).

La organización no gubernamental destaca que la COP27 debe brindar certeza sobre la entrega de los 100,000 millones de dólares para 2023, por ejemplo, mediante el cumplimiento de las promesas hechas en Glasgow al Fondo de Adaptación, y al anunciar compromisos adicionales a fondos multilaterales y apoyos bilaterales. La COP27 también debe indicar que el financiamiento basado en subvenciones para la adaptación aumentará sustancialmente, ya que el que se destinará a la adaptación continúa muy por debajo del que se destina para mitigación

Mecanismos

Durante la COP26, en Glasgow, en 2021, una de las principales interrogantes fue cómo los países atenderían la necesidad de financiamiento para abordar las pérdidas y los daños causados por impactos del cambio climático.

Los países en desarrollo plantearon un mecanismo de financiamiento, pero, debido al rechazo de países desarrollados como Estados Unidos y la Unión Europea, las naciones acordaron establecer el Diálogo de Glasgow sobre Pérdidas y Daños, dedicado a discutir posibles acuerdos de financiamiento y que se extenderá hasta 2024.

Algunos países desarrollados argumentaron que ya existen mecanismos para canalizar fondos para evitar, minimizar y tratar pérdidas y daños, como el Fondo Verde para el Clima, Global Shield, InsuResilience y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres. Su argumento es que la comunidad global debería fortalecer estos canales en lugar de establecer una nueva institución.

En tanto, países en desarrollo y expertos de la sociedad civil argumentan que el financiamiento existente es sumamente inadecuado y que las necesidades son distintas y adicionales al financiamiento para la adaptación, la asistencia humanitaria o la asistencia para el desarrollo.

Por eso se espera que la COP27 debe impulsar un proceso para formalizar arreglos de financiamiento.

Prevén amarrar objetivos más ambiciosos y que los compromisos se conviertan en acciones

WRI recuerda que como parte del Pacto Climático de Glasgow, en la COP26 se solicitó a los países que "revisen y fortalezcan" sus objetivos de reducción de emisiones para 2030.

Por eso, se espera que varios países, incluidos México, Turquía, Vietnam y Chile, publiquen NDC actualizados o mejorados a finales de este año, aunque con ello incumplirán con la fecha límite para su inclusión en el informe de síntesis de la ONU que se publicará antes de la COP27.

Los analistas de WRI destacan que convertir en acción “el tesoro oculto de los compromisos climáticos de Glasgow” es una de las tareas claves de la COP27.

Y es que en Glasgow, los gobiernos, las empresas y otras partes interesadas hicieron una serie de compromisos “emocionantes” como frenar las emisiones de metano, detener y revertir la pérdida de bosques, alinear al sector financiero con la meta de emisiones de carbono netas iguales a cero para 2050, acelerar la eliminación gradual del uso de carbón, duplicar los niveles de 2019 de financiamiento para la adaptación para 2025, escalar la adaptación liderada localmente y poner fin al financiamiento internacional para combustibles fósiles, por nombrar algunos.

Ahora lo relevante es que esos compromisos deben traducirse en acciones concretas. En la COP27, aquellos que hayan anunciado promesas ambiciosas o se hayan unido a iniciativas deben abordar el progreso hasta la fecha y revelar cualquier barrera. Los gobiernos, deben demostrar dónde han progresado y dónde no.

Los activistas que tienen como causa la protección del medio ambiente también esperan que en la COP27 se establezcan medidas para ampliar el apoyo para la adaptación y, sobre todo, que los países desarrollados especifiquen cómo garantizarán que el apoyo financiero llegue a quienes más la necesitan y que se avance en un inventario mundial para marcar el ritmo de la acción climática.

diego.badillo@eleconomista.mx

Temas relacionados

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas