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Política

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Soy la más competitiva, no les tengo miedo y sé comunicar: Lilly Téllez

Rompí al segundo año de gobierno. Tengo carácter, no tengo compromisos, no le debo nada a nadie y no les tengo miedo, afirma, la aspirante a candidata presidencial del frente nacional opositor. “Sé comunicar. Quien quiera ser presidente debe ser un gran comunicador”.

Foto EE: Eric Lugo

Yo soy quien le puede ganar la presidencia de la República en una elección a Claudia Sheinbaum, Ebrard o a Adán Augusto... a cualquier candidato que decida postular Morena y sus aliados en 2024; tengo carácter, no tengo compromisos, no le debo nada a nadie, no les tengo miedo y sé comunicar, afirma enfática, Lilly Téllez García.

La senadora de la República que en abril de 2020 decidió abandonar la bancada de Morena, un año y cuatro meses después de que había iniciado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se dice confiada en que se logrará construir un frente nacional opositor donde participen todos los partidos de oposición; en qué ella lo encabezará; que ganará la elección e integrará un gabinete de coalición que permita reconciliar y reconstruir al país, lo cual considera urgente.

Durante una plática con El Economista, la periodista, sonorense de nacimiento, escucha alguna de las dificultades que tendrán que ser superadas para concretar un frente nacional opositor y nombrar algunos de los aspirantes a encabezarlo; después, levanta la voz y suelta: “A mí me parece que esto es muy sencillo, se debe elegir al candidato más competitivo en la campaña”.

Para Téllez el reto está claro y es sacar a Morena del gobierno, y para ello hace falta algo que ella asegura tener. “Yo aporto un liderazgo real y ciudadanía (...) soy la recién llegada, aporto frescura y tengo capacidad de comunicar con la gente. Hay aspirantes que necesitan que los entrenen para emitir un mensaje. Yo trabajé 36 años como periodista. Sé escuchar y sé comunicar”.

Afirma que ella tomó la decisión de construir una candidatura luego de un año en que las encuestas que miden el conocimiento de aspirantes e intención del voto la colocaron como “competitiva”. Buscando la mirada de sus interlocutores, recalca: “tengo carácter, me salí de la bancada de Morena cuando estaba en la cúspide del poder. No me gustó que hubiera tanto sometimiento al presidente desde el Legislativo… desde el principio vi que las cosas estaban muy, muy mal… Y no les tengo miedo”.

Recuerda que el entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, le pidió que fuera candidata a la senaduría. “Yo no le debo nada al presidente; fui a Sonora, hice campaña y gané una senaduría con el voto de la gente. Puse mi nombre, mi trayectoria, todo mi trabajo creyéndole. Me debe él, porque confié en él… No me doy de latigazos por haber creído en él. Me equivoqué, lo dije y procedí a enmendar el error de haberle creído”.

Pero para ser presidenta tiene que ganar la contienda, y antes de eso ser candidata de un partido, aunque no está afiliada a ninguno. “Se debe jugar con lo que hay y los partidos son los que tienen la facultad de postular a un candidato. He encontrado apertura y apoyo en Marko Cortés y el PAN, pero sé que se tiene que trabajar la candidatura con todos los partidos de la alianza”.

(López Obrador) es capaz de dejar a un interino en Palacio Nacional y el irse a recorrer el país en campaña”.

Es tiempo de una mujer en la presidencia de la República, pero no cualquiera; es tiempo de una mujer autónoma”.

Voy a acotar los poderes de la presidencia para que no vuelva a llegar un populista como éste”.

Necesitamos una reconciliación. La historia ha demostrado que hay cosas que se quiebran y ya no se pueden pegar”

Este (el de AMLO) es el gobierno de la sinrazón”.

Soy buena para comunicar y para hacer que la gente sienta algo”.

Dice que hay tiempo, y que no le preocupa “que las corcholatas estén recorriendo el país y adelantándose”. Se ha fijado como meta ser primero candidata de Acción Nacional (partido que la integró a su bancada en el Senado) y luego de los demás. Se le plantea que hay otros reconocidos panistas que también buscan la candidatura a lo cual revira que los azules la postularán simplemente porque quieren ganar. “Yo soy quien les puede dar el triunfo. Tengo el carácter”.

Desde su perspectiva, un peligro para que se concrete el frente nacional opositor amplio es que “los partidos quisieran acomodarse para que Morena siguiera otros seis años en la Presidencia; sin embargo, yo no creo que eso vaya a pasar”.

Para ganar al oficialismo, subraya, es indispensable construir una alianza nacional opositora, donde estén todos los partidos de oposición, incluido Movimiento Ciudadano (que ha sido renuente en participar). “Todos tenemos claro que si no vamos todos no se ganará”.

Va a ser una elección de Estado con AMLO operando, advierte

Cuando va por el segundo capuchino, la legisladora advierte que lo del 2024 será una elección de Estado, con una cabeza al frente que es López Obrador. Él es el que está jugando ya”.

Pone las yemas de los dedos sobre la mesa y recalca con voz pausada: “es capaz de dejar a un interino en Palacio Nacional y él mismo irse a recorrer el país en campaña”.

Dice que le preocupa uno de los mensajes que el presidente emitió el 18 de marzo en el zócalo. “Ya anunció el fraude patriótico”. Ese no es solo el único elemento que hará especial la contienda, según la legisladora. “Tendremos a los militares jugando otro papel, y todo lo que puede hacer el crimen organizado. ¡Es de terror lo que vamos a enfrentar!”, menciona con el ceño expresivo.

Ya pensando en la contienda, subraya que puede ganarle a la actual jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, o a quien decida el presidente ponerle enfrente. Coincide con quienes afirman que es tiempo de que una mujer llegue a la presidencia de la República, “pero hay que enfatizar: es tiempo de una mujer autónoma”.

Sobre el tipo de campaña que piensa desplegar destaca que no pretende centrarla en meter a la cárcel a López Obrador. “No es mi bandera, aunque mucha gente quiere eso. Me lo dicen, porque saben que yo sí me atrevería a hacerlo. Y sí lo voy a hacer. No por venganza, será por elemental justicia”.

Necesitamos reconciliar al país y reconstruirlo

Posteriormente la aspirante a candidata esboza lo que México requiere: acabar con el tipo de presidencialismo que hemos vivido en este sexenio. “Necesitamos más contrapesos, empezando por un Gabinete que sepa y se atreva a decir que no al presidente”.

Para reconciliar el país menciona que, de entrada, la presidenta no tendrá permiso de insultar a los ciudadanos. “Hay que impulsar una reconciliación, porque la historia ha demostrado que hay cosas que se quiebran y ya no se pueden pegar.”

Por ello, considera que el llamado a la reconciliación es lo primero.

La segunda tarea será reconstruir la nación. Para ello comenta que integrará un gabinete de coalición integrado con expertos de capacidad probada a la cabeza de cada secretaría.

“Va a ser un gabinete con capacidad de pensar, de hablar, de dar entrevistas, formar a sus equipos y de ejecutar”, delinea.

Cuando ha despojado al capuchino de su espuma, la senadora acostumbrada a inquirir hace preguntas, escucha, luego toma su bolsa de la cual cuelga un pequeño dinosaurio, se pone de pie y continúa su día. Camina hacia una candidatura.

Perfil

  • María Lilly del Carmen Téllez García
  • Nació en Hermosillo, Sonora, el 14 de noviembre de 1967.
  • Se desempeñó como reportera y conductora del canal 6 de televisión de Sonora y de TV Azteca.
  • Fue coordinadora de Morena en Sonora
  • Es senadora de la República, donde es secretaria de la Comisión Jurisdiccional e integrante de las de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana, Salud, Marina, Defensa Nacional, Seguridad Pública, entre otras.
  • Ha presentado al menos 24 iniciativas y 31 proposiciones con punto de acuerdo.

diego.badillo@eleconomista.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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