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Triángulo Rojo, zona con mayor despliegue militar en 2016
La Sedena informó, a través de una solicitud de información, que durante este año el gobierno federal empleó a más de 52,000 elementos para realizar tareas de seguridad en todo el país.
Hasta 52,000 elementos del Ejército han sido desplegados anualmente del 2011 al 2016 para combatir a la delincuencia y el narcotráfico en nuestro país, siendo actualmente el triángulo dorado entre Sinaloa y Durango; la región del triángulo rojo entre Puebla y Veracruz, y la región del bajío entre Michoacán, Guanajuato y Querétaro las zonas con el mayor despliegue militar.
Un documento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), obtenido mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, reveló que en el 2011 fueron desplegados 52,690 elementos del Ejército.
Un año después, 49,550 elementos; en el 2013 se enviaron a los estados a 34,529 elementos.
Para el 2014 el número se incrementó a 37,142 militares, mientras que en el 2016 hubo por lo menos 51,994 elementos desplegados, de acuerdo con dicho documento.
El reporte de la Sedena, con número de folio 0000700235916, destacó que entre el 2011 y el 2012, es decir, los últimos dos años del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, se desplegaron 102,240 efectivos.
El estado donde el entonces titular del Ejecutivo federal ordenó mayor despliegue fue Chihuahua, con 7,552 elementos. Cabe destacar que, en esos dos años, Chihuahua comenzaba a salir de su peor crisis de inseguridad que llevó a colocarla como la ciudad más peligrosa del mundo.
Otros de los estados con mayor presencia militar entre el 2011 y el 2012 fue Tamaulipas, a donde enviaron a 7,690 y 4,900 elementos cada año. A Nuevo León se enviaron 3,567 en el 2011 y 3,317 elementos un año después.
Guerrero fue otra de las entidades con mayor presencia de elementos de la Sedena, pues en el 2011 y el 2012 fueron enviados 2,000 elementos por año.
El documento muestra que, a partir del 2013, al comenzar la nueva administración federal, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó un despliegue táctico mediante 12 regiones en que se dividió al país.
Así, en su primer año de gobierno, el titular del Ejecutivo federal decidió enviar a 9,888 elementos del Ejército a la región IV, compuesta por Sinaloa y Durango, estados que componen el llamado triángulo dorado de la siembra de droga. Asimismo, en el 2013 la región XII, compuesta por Michoacán, Guanajuato y Querétaro, también mostró el segundo mayor despliegue con 6,550 elementos.
El documento, con cifras hasta el 2016, muestra que ese año se enviaron en total 51,994 integrantes del Ejército a misiones contra la delincuencia y el narcotráfico, siendo las siguientes regiones las de mayor presencia militar: la región VI, compuesta por Puebla, Veracruz y Tlaxcala, donde actualmente operan los grupos delictivos dedicados al robo de combustible, por lo que se considera a esa zona como el triángulo rojo del huachicol, fueron enviados 7,816 elementos del Ejército.
La región V, compuesta por Colima, Jalisco, Nayarit y Aguascalientes recibió en el 2016 a 5,642 elementos castrenses, mientras que la región IX integrada únicamente por Guerrero, tuvo presencia de 6,729 elementos.
La región XII, compuesta por Michoacán, Guanajuato y Querétaro mereció en el 2016, por parte del Ejecutivo federal, un despliegue importante, con 4,328 elementos castrenses para velar por la seguridad pública.
En espera de un extraordinario
Aunque la ley de seguridad interior que se discute actualmente en el Congreso plantea una regulación para evitar que el Ejército sea desplegado de manera discrecional y sin objetivos claros, especialistas afirman que dicha ley no garantizará el regreso de los militares a los cuarteles, o la disminución del despliegue militar.
El número de soldados desplegados sólo disminuiría hasta que aumente el número y la calidad de los policías (federales, estatales y municipales). Y esto no parece que vaya a suceder pronto, es decir, en los próximos tres o cuatros años , afirmó Eduardo Guerrero, consultor y experto en temas de seguridad.
La Cámara de Diputados prevé abrir un periodo extraordinario de sesiones en junio para discutir y eventualmente aprobar la ley de seguridad interior, con la cual se buscan mayor controles para que el Ejecutivo federal pueda ordenar la presencia militar en los estados.
Por ejemplo, la ley prevé que los gobernadores que determinen una afectación a la seguridad pública de sus estados, podrán solicitar al Ejecutivo federal el envío de tropas de las Fuerzas Armadas, pero con el compromiso de periodos específicos que permitan el regreso de los militares a sus cuarteles, y sus tareas contra la inseguridad se vuelvan infinitas, como sucede actualmente.
La presidenta de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, Mercedes del Carmen Guillén (PRI), dijo que el proyecto de dictamen ya elaborado deja a salvo la necesidad del Ejército de contar con una norma, y de la ciudadanía de que se respeten los derechos humanos.
Este dictamen lo que intentó hacer fue recoger las inquietudes de la sociedad civil, trabajar junto con las Fuerzas Armadas y tener acceso a todas las inquietudes que en distintos foros fueron puestas. Están cubiertos los temas que le preocupan a la sociedad, que tendría que ver con la protección de los derechos humanos , refirió.