Federaciones deben ser más proactivas para el sector de sofipos: Victoria Popular

Agapito Arellano Ponce es un referente del sector de ahorro y crédito popular del país, especialmente del que se ha acentuado en la zona del Bajío. Con el conocimiento que tiene gracias a una experiencia de décadas, el presidente del Consejo de Administración de la federación Victoria Popular lanza una idea: las federaciones pueden ofrecer otros servicios.

Actualmente, las federaciones son organismos constituidos para auxiliar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en la supervisión de las sociedades financieras populares (sofipos), pero para Arellano Ponce existe una oportunidad para que estos entes incidan más en el sector, como se hacía hace algunas décadas donde incluso eran proactivas en los procesos de liquidación a los socios de cooperativas que en ese momento caían.

"Ojalá y las federaciones no solamente sean un apoyo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, sino que realmente pudieran dar otro tipo de servicios, como se daban en aquellos tiempos, por ejemplo, si una caja quebraba, la propia federación aportaba los recursos para poder darle su dinero a los socios ahorradores, ahora deberíamos de ver qué otro tipo de servicios se pueden ofrecer", acotó Arellano Ponce.

De acuerdo con la CNBV, el objeto de las federaciones es revisar, verificar, comprobar y evaluar los recursos, obligaciones y patrimonio, así como las operaciones, funcionamiento, sistemas de control y en general, todo lo que conlleva la posición financiera y legal de una sofipo.

 Según los datos de la misma CNBV, 38 sofipos que operan actualmente son supervisadas de manera auxiliar por cinco federaciones que son:

• Federación Victoria Popular.
• FINE.
• Federación Atlántico Pacífico.
• Fortaleza Social.
• FEDRURAL.

Tan sólo Federación Victoria Popular, que encabeza Arellano Ponce y que recientemente cumplió 20 años de operaciones, lleva la supervisión de las sofipos Administradora de Caja Bienestar, J.P. Sofiexpress; Multiplica México; Financiera Monte de Piedad; Impulso para el Desarrollo de México y NC Opciones de Negocio.

Ahorro y crédito popular hacia el futuro

Si bien, la historia del sector de ahorro y crédito popular en México data de la década de los 50s, con el surgimiento de las primeras cajas de ahorro, fue en la década de los 90s cuando realmente creció para apoyar a las comunidades que no eran objeto de servicios por parte de la banca comercial.

A raíz de su crecimiento, el gobierno en ese entonces creó la Ley de Sociedades de Préstamo para regular el funcionamiento de estas entidades.

"Cuando el gobierno federal se dio cuenta de este sistema cooperativo, le interesó muchísimo, decía que era una de las soluciones que se podrían implementar en México para que la gente saliera de sus problemas sin depender de la iniciativa privada... Fue una ley que significó una panacea de las cajas de ahorro porque nos dejaba realmente regularnos conforme a nuestros propios estatutos y propias reglas.", destacó Arellano Ponce.

Fue en el año 2000, ya con problemas de quiebras de cooperativas, que el sector de ahorro y crédito popular se tuvo que apegar a un régimen más acorde a las entidades financieras.

A partir de entonces, el sector de ahorro y crédito popular se partió en dos figuras: las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (socaps) y las sofipos, estas últimas bajo la supervisión de federaciones y la CNBV, a diferencia de las primeras, donde la autoridad financiera tomó toda la vigilancia.

"Todo esto (de la regulación financiera) no es que sea malo, simplemente se perdieron muchas oportunidades de apoyar a la gente buena", acotó el también directivo de Administradora de Caja Bienestar.

"Esta ley (del 2000) no fue lo más indicada, porque era una ley muy similar a los bancos y las cajas de ahorro no tienen nada que ver con los bancos", destacó Gabriela Rico Reséndiz, directora de la federación Victoria Popular.

El sector de ahorro y crédito popular, donde participa el Nu México, subsidiaria del unicornio brasileño Nubank, atiende, entre sofipos, socaps y financieras comunitarias, a cerca de 17 millones de personas en todo el país con un universo de cerca de 200 entidades.

Uno de los grandes retos del sector de las sofipos es la rentabilidad de las instituciones, pues en sus resultados del 2022, sólo 16 entidades tuvieron ganancias y el resto, incluida Nu México, presentó pérdidas.

Para Arellano Ponce, si bien el sector se ha reconfigurado con la llegada de firmas de tecnologías a éste, es importante que las entidades populares sigan y expandan su atención en beneficio de las comunidades donde se encuentren.

"Han pasado cosas importantes, que realmente nos ayudan a querer que este movimiento debe de seguir adelante, debe de funcionar", puntualizó Arellano Ponce.