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Sector Financiero

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“Llegó la era sofom 4.0”

La regulación antilavado y la consolidación del sector, etapas clave.

FERNANDO PADILLA NUEVO PRESIDENTE DE LA ASOFOM. FOTO :HUGO SALAZAR / EL ECONOMISTA .ECONOMISTA

Entrevista a Fernando Padilla, presidente entrante de la Asofom.

A casi 13 años de su nacimiento como figura dentro del sistema financiero mexicano, las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes) han entrado en una cuarta etapa, la cual las obliga a responder a sus clientes con mayor tecnología en línea con la aprobación en el 2018 de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.

En entrevista, Fernando Padilla Ezeta, presidente entrante de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom), que representa a casi 170 organizaciones, habló sobre los retos de la figura y su importancia para el sistema financiero mexicano, así como su visión del nuevo gobierno y las oportunidades que representa para estos jugadores.

El nuevo presidente de esta red de intermediarios indicó que, pese al desarrollo de este sector, donde existen alrededor de 1,500 sofomes, todavía hay una gran área de oportunidad para llegar a más sujetos para bancarizar, especialmente pequeñas y medianas empresas.

—¿Cuál es el papel de las sofomes en la actualidad y qué retos se tienen en el futuro?

—La realidad es que las sofomes han sido un sector importante dentro del sistema financiero, con 1,500 instituciones que hoy existen. De acuerdo con números de la Condusef al tercer trimestre del 2018, el sector contaba con 708,000 millones de pesos de cartera (...) como porcentaje del PIB el financiamiento de las sofomes representa 3.1%, lo cual claramente significa que somos un jugador importante en el desarrollo de la inclusión financiera y acceso al financiamiento.

Todavía se tienen retos como buscar más fuentes de financiamiento, porque necesitamos conseguir fondos que ayuden para poder intermediar. No podemos captar ahorro del público para prestar y las fuentes son limitadas.

Prevemos que el sector de las sofomes seguirá siendo importante, pero viene un proceso de evolución, al que hemos llamado sofom 4.0, es decir, una cuarta etapa. La primera fue el nacimiento de la figura en el 2006, la segunda fue en el 2014 con la primera regulación en temas de prevención de lavado de dinero, lo que depuró el sector en ese momento de 4,000 sofomes; la tercera etapa del sector fue del 2015 al 2018, con un proceso de consolidación regulatoria, y esto nos lleva a una cuarta etapa, la de la tecnología.

En esta cuarta etapa, hay un reto: la conversión de las sofomes para ser un bancarizador moderno a través de la implementación de tecnología en sus procesos y sus actividades, porque seguiremos estando enfocados en los sectores que los bancos no están logrando atender. En la actualidad, 20% de nuestras asociadas ya es fintech, total o parcialmente (...) hay otras que tienen áreas tecnificadas y otras que ya lanzaron sus empresas satélite fintech, hacia allá tenemos que ir todos.

—Hace algunos días se anunció un programa de impulso al sector financiero, ¿qué oportunidades tienen las sofomes ahí?

—Hay una iniciativa que permite flexibilidad en las afores e incentivos para que las empresas se hagan públicas, lo que generará liquidez en el mercado (...) dar flexibilidad a las afores también generará liquidez porque podrán invertir en otro tipo de vehículos y eso genera que se puede traducir en sofomes con más acceso a fondeo o más oportunidades para financiarse.

Respecto a la digitalización de servicios financieros, esto generará más herramientas para que las sofomes podamos entregar más crédito y para que otros intermediarios puedan acercarse a sectores que nosotros atendemos, esto motiva a un crecimiento mayor en inclusión y oportunidades, pero hay que ver cómo se aterrizan dichas iniciativas.

—Ya hay nuevo presidente en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, ¿cómo trabajarán con Adalberto Palma en beneficio de las sofomes?

—Buscamos trabajar en equipo y ser su aliado para tener un mejor sector financiero, una mejor regulación y un mejor cumplimiento de parte de las sofomes (...) estamos proponiendo evoluciones a la misma regulación, para diferenciarla. Hay una coincidencia en visiones con el mensaje y las intenciones de Adalberto y su equipo, al fin y al cabo, se busca un sector más regulado y más sólido.

—¿Cuál es su opinión sobre la consolidación de la banca de desarrollo?

—Hay entidades que han funcionado bien, otras que no, la consolidación es una oportunidad de sacar lo mejor de los que sí funcionaban, hay que ver cómo se ejecuta, el mensaje de mayor inclusión, mejores canales (...) las sofomes deben tener una sinergia con la banca de desarrollo, hay que ver cómo se ejecuta.

—¿Se seguirá consolidando el sector de las sofomes?

—Todavía estamos en ese proceso, hay sofomes que no lograrán sobrevivir (...) ahora el tema se vuelve de rentabilidad porque no hay un negocio que sobreviva por más buena regulación, por más buenos procesos que tenga, si no se genera un negocio rentable y la rentabilidad no tiene que ver con la tasa sino con el volumen que puedas operar, entonces el reto será crecer a ciertos volúmenes. Estimo que podamos llegar a 1,000 sofomes, de 1,500 que se tienen hoy el sector seguirá contrayéndose un poco.

—¿Hay margen para ofrecer financiamiento a tasas más accesibles?

—Hay dos variables para que eso suceda: el uso de tecnología así como su implementación para impactar en el costo operativo de una sociedad y la otra obviamente es la tasa de fondeo, donde el incremento en las tasas de referencia presiona el costo del dinero y eso nos presiona a las sofomes.

Crear nuevos canales de financiamiento nos impactará favorablemente para reducir la tasa y aunque el principal impacto al costo del dinero no es la tasa, tenemos que buscar cómo reducir el costo operativo.

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