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Macron reconoce la ira por su reforma de pensiones
El mandatario dio 100 días para hacer un balance, se presentará el 14 de julio.
¿Se acepta esta reforma? Obviamente no. A pesar de meses de conversaciones”.
Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, aseguró que escucha la ira en contra de su impopular reforma de las pensiones pero subrayó que es necesaria y que entrará en vigor, en un discurso que, según la oposición, estuvo “desconectado de la realidad”.
“Nadie puede permanecer sordo a esta ira de los manifestantes”, dijo Macron en un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo, donde lamentó que no se haya logrado un consenso sobre esta reforma clave para su segundo mandato hasta el 2027.
Francia vive una crisis política y social desde enero por esta reforma que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para el 2030 y adelanta al 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
Pese al rechazo de los sindicatos y de la gran mayoría de franceses, según los sondeos, Macron decidió en marzo adoptar por decreto esta ley, al temer perder la votación en el Parlamento, lo que radicalizó las protestas y acrecentó el malestar.
Muestra del malestar reinante con esta ley, que entrará en vigor el próximo otoño, fueron los cacerolazos ante ayuntamientos de varias ciudades de Francia durante el discurso.
“Surrealista Macron. Completamente desconectado de la realidad, asume el robo de dos años de libertad. Las cacerolas suenan más acertadas”, dijo el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.
Para pasar página a la crisis, el jefe de Estado anunció un nuevo pacto sobre la vida en el trabajo, que abordará la mejora de ingresos y de las condiciones laborales y un mejor reparto de la riqueza, entre otros aspectos.
Los sindicatos rechazan reunirse con Macron antes del 1º de mayo, fecha en que llamaron a una movilización excepcional. El 7 de marzo lograron movilizar entre 1.28 y 3.5 millones de personas, según la policía y la central sindical CGT, respectivamente.
Macron se dio 100 días de apaciguamiento, unidad, ambición y acción para relanzar su segundo mandato con nuevas medidas sobre migración, educación y sanidad, entre otros, y avanzó que hará un primer balance el 14 de julio, día de la fiesta nacional.