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Bacterias contra el dolor
Científicos alemanes descubrieron que los agentes bacterianos liberan opiopéptidos, sustancias que ayudan a mitigar el dolor.
Berlín.- Los componentes principales de las bacterias podrían actuar en los tejidos inflamados como paliativos del dolor, según un estudio presentado por un grupo de científicos de la clínica universitaria de la Charité de Berlín.
Se trata de un hallazgo relevante, ya que hasta el momento se pensaba que, por regla general, las inflamaciones por causa bacteriana hacían más intenso el dolor.
Las bacterias sirven para estimular la migración de los hematocitos blancos que se encuentran en los tejidos inflamados, y que, junto con los agentes químicos emisores del sistema circulatorio y las fibras nerviosas, son las responsables del dolor inflamatorio.
Sin embargo, han descubierto que los hematocitos blancos, entre los que se encuentran los neutrófilos, pueden también aliviar este tipo de dolores.
Los agentes bacterianos liberan opiopéptidos, que se vinculan a los receptores opioides de las fibras nerviosas que provocan el dolor en los tejidos inflamados, e inhiben de esta forma las molestias asociadas.
Así, el papel que desempeñan los gérmenes con respecto al foco inflamatorio puede resultar decisivo en algunos casos.
Según explicaron los científicos, las bacterias "se ocupan además de recibir los componentes inhibidores del dolor", los denominados formilpéptidos.
El experimento se ha probado ya con ratas, que presentaban inflamación en sus patas y a las que se sometió a tratamiento con gérmenes.
Por una parte, los opiopéptidos liberados sirvieron para mitigar el dolor y, asimismo, se observó que aquellas ratas, a las que se les había bloqueado los formilpéptidos y los opiopéptidos, sufrían de dolores más intensos.
"Existe también un sistema que gestiona de forma automática el cuerpo, que puede hacer que las molestias inflamatorias sean más soportables", subrayó el Profesor Christoph Stein, del Instituto Clínico de Anestesiología y Medicina Intensiva Operativa del campus Benjamin Franklin .
"Si logramos hacer más eficaz este sistema, las enfermedades de etiología inflamatoria podrían ser sin dolor en un futuro", insistió.
Los científicos, dirigidos por Stein y el docente privado Dr. Alexander Brack han publicado su estudio en el número de abril de la revista especializada "PLoS Pathogens".
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